Juntas por la Higiene


En un pequeño pueblo llamado Villa Limpieza, vivía una adolescente llamada Lola.

A pesar de ser muy inteligente y divertida, a Lola siempre se le olvidaba cepillarse los dientes antes de acostarse y lavarse las manos antes de cada comida. Sus padres le recordaban constantemente la importancia de mantener hábitos de higiene adecuados, pero ella parecía no prestarles mucha atención. Un día, mientras paseaba por el parque del pueblo, Lola se encontró con su amiga Sofía.

Sofía era conocida como la chica más ordenada y limpia de todo Villa Limpieza. Siempre llevaba consigo un estuche con cepillo de dientes, pasta dental y jabón líquido para lavarse las manos en todo momento.

-¡Hola Lola! -saludó Sofía con una sonrisa-. ¿Qué tal estás? -Hola Sofía, estoy bien gracias -respondió Lola algo avergonzada. -¿Te pasa algo? Pareces preocupada -observó Sofía. -Sí...

es que mis padres me dicen que tengo que mejorar mis hábitos de higiene, pero a veces se me olvida hacerlo -confesó Lola apenada. Sofía escuchó atentamente a su amiga y luego le propuso algo:-¿Por qué no hacemos un pacto juntas? Nosotras nos ayudamos mutuamente a mantener nuestros hábitos de higiene en orden.

¡Será divertido! Lola aceptó emocionada la propuesta de Sofía y juntas comenzaron su plan para mejorar sus hábitos diarios.

Todos los días después del colegio, se reunían en el parque para recordarse cepillarse los dientes y lavarse las manos antes de merendar. Con el tiempo, Lola notó cómo su piel lucía más radiante y su aliento más fresco gracias a estos simples cambios en su rutina diaria.

Se sentía orgullosa de sí misma por haber tomado la decisión de cuidar mejor su salud e higiene personal. Un día, durante una visita al consultorio del dentista del pueblo, el doctor felicitó a Lola por tener unos dientes sanos y limpios.

Ella sonrió feliz sabiendo que había logrado mejorar sus hábitos gracias al apoyo incondicional de Sofía. Desde entonces, en Villa Limpieza todos admiraban la transformación positiva que había tenido Lola gracias a sus nuevos hábitos de higiene.

Y es que aprender a cuidar nuestro cuerpo desde jóvenes es fundamental para gozar de buena salud toda la vida.

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