Juntos Construimos



Era una mañana soleada de sábado, y yo estaba muy emocionado por salir a jugar con mis amigos.

Salí corriendo de mi casa sin fijarme mucho en lo que había en la vereda, pero de repente tropecé con algo y caí al suelo. Cuando me levanté, vi que había una caja grande justo delante de mí. - ¡Auch! -me quejé mientras me frotaba la rodilla-.

¿Qué es esto? Miré la caja más detenidamente y noté que tenía un letrero escrito en ella: "Regalo para alguien especial". Me quedé pensando quién podría ser ese alguien especial, y si esa persona era yo. Decidí llevar la caja a mi casa para abrirla allí y ver qué había adentro.

La cargué con todas mis fuerzas (no era tan pesada como parecía) y caminé hacia mi hogar. Cuando llegué, dejé la caja en el piso del living room e invité a mi hermanito a ayudarme a abrirla.

- ¿Qué crees que hay adentro? -le pregunté emocionado. - No sé... tal vez juguetes o caramelos -respondió él encogiéndose de hombros. Comenzamos a abrir con cuidado las solapas de la caja hasta llegar al fondo.

Pero cuando vimos lo que había allí adentro, nos quedamos boquiabiertos... Era un juego completo de herramientas para construir cosas. Había martillos, clavos, destornilladores, serruchos... todo lo necesario para hacer realidad cualquier proyecto.

Yo nunca antes había tenido algo así entre manos; siempre me habían gustado los juegos de mesa y los deportes, pero nunca había experimentado con la construcción. - ¡Esto es genial! -exclamé mientras revisábamos todo lo que había en la caja-.

Podemos hacer una casa de madera o un cohete espacial o... - O una cabaña en el árbol -sugirió mi hermanito con una sonrisa. Y así fue como comenzamos a utilizar nuestras nuevas herramientas para construir nuestra propia cabaña en un árbol cerca de nuestra casa.

Fue un proyecto que nos llevó varias semanas, pero cada día aprendíamos algo nuevo y nos divertíamos mucho juntos.

Incluso nuestros amigos se sumaron al proyecto y nos ayudaron a pintar las paredes y ponerle techo a la cabaña. Al final, cuando terminamos nuestra obra maestra, sentimos una gran satisfacción por todo lo que habíamos logrado gracias a esa misteriosa caja que encontré en la calle.

Aprendimos que siempre hay cosas nuevas por descubrir y habilidades por desarrollar si estamos dispuestos a probar cosas diferentes. Y sobre todo, aprendimos que cuando trabajamos juntos podemos lograr grandes cosas.

FIN.

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