Juntos en Casa


Sara y Omar eran dos hermanos muy unidos que vivían en una pequeña casa en el campo.

A pesar de ser chicos, a ellos les encantaba ayudar en las tareas del hogar y aprender sobre el cuidado e higiene de la vivienda. Un día, mientras jugaban en el jardín, Sara vio a su mamá limpiando las ventanas con un trapo y una botella de líquido especial.

Se acercó curiosa y le preguntó:- Mamá, ¿qué estás haciendo? - Estoy limpiando las ventanas, querida. Es importante mantenerlas limpias para que entre la luz del sol -respondió su mamá. Sara se quedó pensativa y luego miró a su hermano Omar.

- ¡Omar! ¡Vamos a ayudar a mamá a limpiar las ventanas! Omar asintió emocionado y los dos se pusieron manos a la obra. Con la ayuda de su mamá, aprendieron cómo limpiar correctamente las ventanas para que quedaran relucientes.

Días después, mientras jugaban en sus habitaciones, Sara notó que la suya estaba un poco desordenada. - Omar, creo que es hora de ordenar nuestra habitación. Mamá siempre nos dice lo importante que es mantener nuestro espacio limpio -dijo Sara con determinación.

Los dos hermanos se pusieron manos a la obra y juntos ordenaron sus juguetes, doblaron la ropa y sacudieron el polvo. Al finalizar, se sintieron muy satisfechos al ver lo bonita que quedó su habitación.

Una noche, durante la cena, su papá les dijo:- Chicos, mañana vamos a hacer una actividad especial. Vamos a plantar flores en nuestro jardín. Sara y Omar se emocionaron mucho con la idea y no podían esperar para comenzar.

Al día siguiente, toda la familia trabajó juntos plantando flores de colores en el jardín. Aprendieron sobre la importancia de cuidar las plantas regándolas regularmente y eliminando las malas hierbas. Con el paso del tiempo, Sara y Omar se convirtieron en expertos en el cuidado e higiene de su hogar.

Aprendieron que mantener limpia su casa no solo era importante por fuera sino también por dentro; cuidando cada rincón con amor y dedicación.

Y así, entre risas y juegos, Sara y Omar descubrieron que trabajar juntos para mantener limpia su casa no solo los hacía sentir orgullosos sino también más unidos como familia. Y prometieron seguir aprendiendo juntos cada día más sobre el cuidado e higiene de su hogar.

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