Juntos en la Celebración
Había una vez dos hermanos llamados Nina y Tito. Nina era una niña muy activa y curiosa, mientras que Tito era un joven muy estudioso y trabajador.
A pesar de sus diferencias, se querían mucho y siempre se apoyaban mutuamente en todo lo que hacían. Un día, Nina se despertó temprano emocionada porque iba a empezar el jardín. Se levantó de la cama saltando y corrió hacia el cuarto de su hermano para despertarlo también.
- ¡Tito, despierta! ¡Hoy empiezo el jardín! - gritó Nina. - Tranquila, hermana. Ya me desperté - respondió Tito con una sonrisa. Nina estaba tan contenta que no podía dejar de moverse.
Mientras tanto, Tito preparaba su mochila para ir a la universidad donde estudiaba Ingeniería Civil. - ¿No te gustaría venir conmigo a la universidad algún día? Podrías conocer las instalaciones y ver cómo es mi carrera - le propuso Tito a su hermana menor.
- ¡Sí! Me encantaría ver todas esas cosas interesantes que estudias - respondió entusiasmada Nina. Así fue como esa tarde después del jardín, Tito llevó a Nina a conocer su universidad.
La pequeña quedó maravillada al ver los laboratorios y las maquetas de edificios gigantes que construían los estudiantes allí. Pero eso no fue todo lo que hizo ese día especial.
Cuando regresaron a casa, descubrieron algo sorprendente: La mamá había organizado una fiesta para celebrar el primer día de Nina en el jardín y los logros de Tito en la universidad. Todos los amigos y familiares estaban allí, y había una enorme torta con velas para que los hermanos soplaran juntos.
Nina se sintió muy feliz al ver que todos estaban orgullosos de ella, mientras que Tito se emocionó al darse cuenta de lo mucho que había avanzado en su carrera.
A partir de ese día, Nina comenzó a interesarse más por la educación y el aprendizaje, mientras que Tito se dio cuenta de lo importante que era disfrutar del tiempo libre junto a su familia.
Los dos hermanos aprendieron una gran lección: Siempre hay algo nuevo para aprender cada día, y es mejor hacerlo con amor y apoyo mutuo.