Juntos somos fuertes



En una pequeña escuela de un pueblo llamado Villa Esperanza, había dos amigos inseparables: Martín y Sofía.

Martín era un niño muy responsable y siempre cumplía con sus tareas escolares a tiempo, mientras que Sofía solía distraerse fácilmente y dejar todo para el último momento. Un día, la maestra anunció que debían hacer un proyecto en parejas sobre la importancia del compañerismo en la escuela.

Martín estaba emocionado con la idea y pensó que sería genial trabajar junto a su amiga Sofía. Sin embargo, cuando se lo propuso, ella respondió distraídamente: "Sí, sí, después lo hacemos". Los días pasaron y el plazo para entregar el proyecto se acercaba rápidamente.

Martín intentaba recordarle a Sofía sobre la tarea pendiente, pero ella siempre tenía una excusa para posponerla. Finalmente, llegó el día en que debían presentar su trabajo frente a toda la clase. - ¡Sofía, tenemos que terminar nuestro proyecto! -exclamó Martín preocupado.

- Tranquilo, lo haremos rápido antes de entrar al aula -respondió Sofía sin darle importancia. Al llegar al colegio, descubrieron que habían olvidado por completo llevar su proyecto. La maestra les dio una última oportunidad para presentarlo al día siguiente.

Esa tarde, Martín se acercó a la casa de Sofía decidido a ayudarla a terminar el trabajo. Juntos buscaron información en libros y en internet, recortaron imágenes coloridas y armaron un hermoso afiche que representaba la importancia del compañerismo en la escuela.

Al día siguiente, Martín y Sofía subieron nerviosos al frente de la clase para presentar su proyecto. Mientras mostraban cada detalle con entusiasmo, los demás niños los miraban sorprendidos por el trabajo tan bien hecho.

- ¡Felicidades chicos! Han hecho un excelente trabajo en equipo -dijo la maestra orgullosa. Martín sonrió satisfecho mientras Sofía le daba las gracias por haberlo ayudado hasta el final.

Desde ese día, Sofía aprendió la importancia de ser responsable con sus tareas escolares y valorar el compañerismo de su amigo Martín. Juntos descubrieron que trabajando en equipo podían lograr grandes cosas y fortalecer su amistad aún más.

Y así, en Villa Esperanza todos aprendieron que con responsabilidad y compañerismo se pueden alcanzar metas maravillosas juntos.

FIN.

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