Juntos somos más fuertes



Había una vez una clase muy especial, la 1a. Todos los estudiantes eran lindos, tanto por dentro como por fuera. Se ayudaban entre sí y siempre estaban dispuestos a hacer nuevas amistades.

Un día, llegó un nuevo estudiante llamado Mateo. Era un poco tímido y no sabía cómo acercarse a sus compañeros de clase. Pero pronto se dio cuenta de que algo era diferente en esta clase.

"Hola Mateo, ¿cómo te llamas?" preguntó Sofía con una sonrisa amistosa. "Me llamo Mateo" respondió tímidamente el chico. "¡Bienvenido a nuestra clase! Yo soy Sofía, ¿quieres sentarte con nosotros?" le dijo ella mientras señalaba hacia su mesa. Mateo aceptó la oferta y se sentó junto a ellos.

Durante el recreo, todos jugaron juntos y se divirtieron mucho. Fue entonces cuando Mateo entendió lo especial que era esta clase. Pero no todo fue tan fácil para los estudiantes de la 1a.

Un día llegó un nuevo profesor que no compartía los mismos valores que ellos. El profesor pensaba que lo más importante era ganar a toda costa y no importaba si alguien resultaba lastimado en el proceso.

Los estudiantes comenzaron a sentirse tristes porque su ambiente seguro y amoroso había desaparecido repentinamente. Pero decidieron hacer algo al respecto. "No podemos permitir que este profesor nos cambie", dijo Tomás con determinación. "Tenemos que trabajar juntos para demostrarle que nuestro camino es mejor".

Así fue como los estudiantes comenzaron a planear diferentes actividades para mostrarle al profesor cómo podían resolver conflictos sin necesidad de pelear. Hicieron juegos cooperativos y trabajaron juntos en proyectos escolares.

Poco a poco, el profesor se fue dando cuenta de que su forma de enseñar no era la mejor y comenzó a cambiar su actitud.

Los estudiantes de la clase 1a le enseñaron que trabajar juntos y ser amables unos con otros era mucho más efectivo que competir entre ellos. Al final del año escolar, los estudiantes de la clase 1a habían aprendido una valiosa lección: nunca debemos permitir que nadie cambie nuestros valores y nuestra forma de ser.

Siempre debemos trabajar juntos para mantener un ambiente seguro y amoroso donde todos puedan crecer felices. Y así terminó esta historia inspiradora sobre cómo los estudiantes de la clase 1a fueron capaces de superar las dificultades gracias a su amistad y buen corazón.

FIN.

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