Justina y su Viaje a Júpiter



Era una mañana radiante en el barrio de Justina. Como siempre, ella estaba sentada en su teléfono, mirando videos sobre planetas y estrellas. Justina era una niña muy curiosa y soñadora que pasaba horas explorando el maravilloso universo. El día de hoy, algo en particular la había cautivado: Júpiter, el gigante gaseoso con unas bandas de colores asombrosas y una gran manchita roja en el medio.

**- Quiero ir a Júpiter! **, exclamó Justina, emocionada mientras sus ojos brillaban con energía.

Su amigo Tomás, que estaba jugando con su bicicleta cerca, escuchó su grito y se acercó.

**- Pero Justina, ¿cómo vas a viajar hasta Júpiter? ¡Está muy lejos! **

Justina se quedó pensativa por un momento. **- No sé, pero voy a averiguarlo.**

Y así fue como comenzaron sus aventuras. Justina y Tomás decidieron visitar la biblioteca local, donde había una sección especial sobre el espacio. Al llegar, se encontraron con la bibliotecaria, la señora Rosa.

**- ¡Hola, Justina! ¿Qué están buscando? **

Justina sonrió. **- Queremos viajar a Júpiter.**

La señora Rosa soltó una risa. **- Eso suena emocionante, pero Júpiter es un planeta muy diferente a la Tierra. Será un viaje complicado, pero no imposible de imaginar.**

Justina estaba ansiosa, así que le pidió a la señora Rosa que les contara más. **- Primero, necesitaremos un cohete. Y luego, conoceremos sobre la gravedad, la atmósfera y la distancia.**

**- ¿Distancia? ¿Cuán lejos está Júpiter? ** preguntó Tomás.

**- Muy lejos, por supuesto. Pero podemos hacer un modelo de cohete y simular nuestro viaje.**

Justina y Tomás se emocionaron y se pusieron a trabajar. Consiguieron cartón, pinturas y muchos otros materiales reciclados. Pronto, su cohete fue tomando forma.

Mientras construían, Justina se dio cuenta de que Júpiter tenía muchas características interesantes. **- ¿Sabías que tiene más de 75 lunas? Y su tormenta en forma de mancha roja es más grande que la Tierra! **

Tomás, que estaba pegando una parte del cohete, levantó la mirada. **- ¡Eso es impresionante! Pero, ¿será que los astronautas pueden vivir allí? **

**- No, no pueden. Es un planeta de gas y no hay tierra firme.** Justina continuó. **Pero tal vez podamos volar cerca y ver todo desde nuestro cohete.**

Finalmente, después de un par de días de trabajo, su cohete modelo estaba listo. Justina tenía un gran plan. **- ¿Y si hacemos un video de nuestro viaje a Júpiter? Podría parecer muy realista.**

Tomás se entusiasmó. **- ¡Sí! Podríamos usar disfraces y filmar partes del cohete.**

Así que se vistieron como astronautas y filmaron su aventura en el patio de la casa de Justina. Desde simulaciones de despegue, pasando por un viaje imaginario por el espacio, hasta un aterrizaje en Júpiter, su video combinaba diversión y aprendizaje.

Una vez que terminaron, subieron su video a las redes sociales de su barrio y comenzaron a recibir muchos comentarios. **- ¡Qué divertido! ** decían algunos. **- ¡Qué inteligente! ** comentaban otros.

Justina se sintió orgullosa. **- Vieron, no necesitamos un verdadero cohete ni viajar de verdad para aprender sobre el espacio. ¡El conocimiento y la imaginación son poderosos! **

Un día después, la profesora de ciencias les pidió que presentaran su proyecto a la clase. Con nervios y mucha emoción, Justina y Tomás se pararon frente a sus compañeros.

**- Hola, somos Justina y Tomás, y hoy les vamos a mostrar cómo sería un viaje a Júpiter. **Comenzaron a explicar todos los datos interesantes que habían aprendido y mostraron su video.

Los compañeros estaban intrigados y preguntaban:

**- ¿Qué es la Gran Manchita Roja? **

Justina respondió, feliz de compartir su conocimiento. **- Es una gigantesca tormenta que ha estado activa por más de 300 años. ¡Es fascinante! **

Al final de la presentación, la maestra aplaudió y les dijo:

**- ¡Qué gran trabajo, chicos! Lo más importante es que han aprendido jugando, y eso es lo que más me gusta. Siempre sigan siendo curiosos.**

Desde ese día, Justina entendió que no solo había aprendido acerca de Júpiter, sino que también había inspirado a sus amigos a ser curiosos y a preguntar.

**- ¿Cuál será nuestro próximo destino? ** preguntó Tomás al salir de la escuela.

Justina sonrió. **- ¡Tal vez Marte! Pero primero, haremos una pausa y recordaremos lo importante de aprender.**

Y así, con una gran sonrisa de satisfacción, Justina supo que el universo aún tenía mucho más para ofrecerle. Solo tenía que seguir explorando, preguntando y soñando.

FIN.

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