Karla y la comida saludable
. Desde que era pequeña, siempre disfrutaba de la comida y no podía resistirse a los dulces y las golosinas. Sus padres intentaron enseñarle sobre una alimentación saludable, pero Karla siempre prefería lo más sabroso.
Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, se dio cuenta de que no podía correr tan rápido como los demás niños. Se sentía cansada y sin energía. Fue entonces cuando su mamá decidió llevarla al médico.
El doctor le explicó que su alimentación poco saludable estaba afectando su cuerpo y que si no cambiaba sus hábitos alimenticios, podría tener problemas de salud graves en el futuro.
Karla se sintió triste al escuchar esto, pero también comprendió la importancia de cuidar su cuerpo. A partir de ese momento, Karla decidió hacer un cambio en su vida. Empezó a comer más frutas y verduras frescas en lugar de golosinas procesadas y alimentos grasosos.
Descubrió nuevos sabores e incluso aprendió a cocinar platos saludables junto con su mamá. Con el tiempo, Karla notó una gran diferencia en cómo se sentía físicamente. Tenía más energía para jugar con sus amigos y ahora podía correr tan rápido como ellos.
También notó que estaba durmiendo mejor por las noches y tenía menos resfriados.
Un día, mientras caminaba por el parque con sus amigos nuevamente, uno de ellos le preguntó: "¿Cómo lograste correr tan rápido ahora?" Karla sonrió orgullosa y respondió: "Cambié mis hábitos alimenticios". Desde ese día en adelante, Karla inspiró a otros niños en su comunidad a comer de manera más saludable. Descubrieron que la comida saludable también puede ser deliciosa y divertida.
Y Karla aprendió que cuidar su cuerpo es una forma de amarse a sí misma y vivir una vida plena y feliz.
FIN.