La abuela del bosque



Había una vez, en lo profundo del bosque, una viejecita llamada Ana. Vivía sola en una pequeña cabaña abandonada rodeada de árboles y animales salvajes.

A pesar de que la naturaleza era su compañera constante, Ana se sentía muy sola y triste. Un día, un grupo de niños jugando cerca del bosque escuchó los sollozos de Ana y decidió ir a investigar quién estaba llorando.

Al llegar a la cabaña abandonada, encontraron a la viejecita sentada afuera con lágrimas en los ojos. "¿Qué te pasa abuela?" preguntó uno de los niños preocupado. "Estoy muy sola. " respondió Ana con voz temblorosa. Los niños sintieron mucha lástima por ella y decidieron hacer algo para ayudarla.

Se turnaban para visitarla todos los días llevándole comida, libros para leer y juegos para entretenerse juntos. Con el tiempo, las visitas se convirtieron en parte de su rutina diaria.

La abuela Ana se sentía cada vez más feliz al tener compañía y amor incondicional en su vida. Un día mientras cocinaban juntos unos ricos bizcochos caseros, un grupo de zorros hambrientos aparecieron detrás de ellos dispuestos a robarles sus alimentos.

"¡Ayuda! ¡Los zorros nos están atacando!" gritaron los niños asustados. Ana rápidamente tomó sus utensilios de cocina e hizo mucho ruido asustando así a los zorros quienes corrieron lejos del lugar sin llevarse nada consigo.

Los niños estaban impresionados por la valentía de Ana y la manera en que los había protegido. Desde ese día, la abuela se convirtió en una heroína para ellos. Con el tiempo, más niños comenzaron a visitarla y la cabaña abandonada se transformó en un hogar lleno de amor y risas.

La abuela Ana ya no estaba sola gracias a los pequeños amigos que habían entrado en su vida. Y así, todos vivieron felices por siempre rodeados de amor y amistad.

FIN.

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