La alianza de Alegría



En un pequeño pueblo llamado Alegría, vivía la maestra Briyith, conocida por su ternura y dedicación hacia sus alumnos. Todos los niños la adoraban y disfrutaban aprender junto a ella.

Un día soleado, mientras enseñaba matemáticas con una sonrisa en el rostro, un grito repentino interrumpió la clase. - ¡Oh no! -exclamó Briyith al ver a una bruja montada en su tucán volando sobre el pueblo.

La bruja comenzó a lanzar hechizos malvados que asustaron a todos los habitantes de Alegría. Los árboles se marchitaron, las flores perdieron su color y la alegría desapareció del lugar. La maestra Briyith sabía que debía hacer algo para proteger a sus alumnos y devolver la felicidad al pueblo.

En ese momento de oscuridad, apareció en escena el valiente príncipe Diego, un joven inteligente que llevaba lentes para leer mejor.

Con paso decidido, se acercó a Briyith y le ofreció su ayuda para enfrentar a la bruja y salvar el reino de Alegría. - Maestra Briyith, juntos podemos vencer cualquier obstáculo. Confío en que podremos hacer frente a esta amenaza -dijo el príncipe Diego con determinación.

Briyith asintió con gratitud y juntos idearon un plan para detener a la malvada bruja. Sabían que no sería fácil, pero estaban dispuestos a luchar por el bienestar de todos los habitantes del pueblo.

Con valentía y astucia, Briyith y Diego se enfrentaron a la bruja y lograron desarmarla con palabras amables e inteligencia emocional. Descubrieron que la bruja actuaba así porque se sentía sola y triste, sin amigos ni amor en su corazón oscuro. - Bruja malvada, no necesitas usar tus poderes para lastimar a otros.

Todos merecemos amor y amistad en nuestras vidas -explicó Briyith con compasión. La bruja quedó sorprendida por las palabras de la maestra y el príncipe; nunca antes nadie le había hablado con tanto cariño.

Poco a poco, su corazón comenzó a ablandarse y las sombras desaparecieron de su rostro arrugado. Finalmente, la bruja decidió abandonar sus malas acciones y buscar una vida mejor lejos del reino de Alegría.

Agradecida por haber encontrado comprensión en vez de odio, prometió cambiar su camino y ayudar a otros de manera positiva.

Con la partida de la bruja malvada, el sol volvió a brillar sobre Alegría; los árboles reverdecieron, las flores recuperaron sus colores vivos y la alegría regresó al corazón de cada habitante gracias al valor e bondad demostrados por Briyith  el príncipe DiegoDesde ese día en adelante, los niños aprendieron una gran lección: siempre es mejor enfrentar los problemas con amor, compasión e inteligencia emocional antes que recurrir al odio o violencia.

Y así fue como Briyith, junto al Principe Diego, enseñaron no solo materias escolares sino también valores fundamentales para construir un mundo mejor donde reine siempre  la amistad, solidaridad  e empatia entre todos.

FIN.

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