La alianza de Mishi y los hermanos Ratón
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Miau, donde todos los habitantes eran gatos. En este pintoresco lugar vivía Mishi, un gatito muy curioso y aventurero que siempre estaba buscando nuevas emociones.
Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a Villa Miau, Mishi se encontró con un grupo de ratones que estaban construyendo una casa. Los ratones se asustaron al ver a Mishi y corrieron a esconderse.
Pero en lugar de asustarlos más, Mishi decidió acercarse y entablar conversación. "¡Hola! Soy Mishi, ¿y ustedes quiénes son?" -dijo el gatito con una sonrisa amigable. Los ratones, sorprendidos por la actitud amable de Mishi, decidieron salir de sus escondites y presentarse.
Resulta que eran los hermanos Roque y Rita Ratón, quienes estaban construyendo su nueva casa con mucho esfuerzo. "¿Puedo ayudarlos en algo? ¡Me encantaría ser parte de esta aventura!" -propuso emocionado Mishi.
Los hermanos Ratón dudaron al principio, ya que sabían que los gatos y los ratones no solían llevarse bien. Pero después de ver la sinceridad en los ojos de Mishi, aceptaron su ayuda agradecidos.
Durante días, Mishi trabajó codo a codo con Roque y Rita en la construcción de la casa. Juntos superaron obstáculos como tormentas y desafíos inesperados. La amistad entre ellos crecía cada día más fuerte. Una mañana, cuando estaban terminando el último detalle del techo de la casa, apareció un zorro hambriento acechando cerca.
Los hermanos Ratón temblaban de miedo mientras veían al zorro acercarse lentamente hacia ellos. Sin embargo, sin dudarlo ni un segundo, Mishi saltó valientemente frente al zorro para proteger a sus amigos.
Con astucia e inteligencia felina logró ahuyentar al intruso antes de que pudiera hacerles daño. "¡Gracias por salvarnos!" -exclamaron los hermanos Ratón abrazando a Mishi con emoción-. "Eres el mejor amigo que podríamos tener".
Desde ese día en adelante, la historia del valiente gato que salvó a dos ratones se convirtió en leyenda en Villa Miau. Los habitantes del pueblo aprendieron que las diferencias no deben ser motivo de división sino oportunidad para crear lazos aún más fuertes.
Y así fue como gracias a la valentía y bondad de Mishi, los gatos y los ratones comenzaron una nueva era de paz y colaboración en Villa Miau donde todos vivieron felices para siempre.
FIN.