La amiga Luna de Pancho
Había una vez un perrito pug llamado Pancho que vivía en un pequeño pueblo. Pancho era muy travieso y juguetón, le encantaba corretear por el parque y perseguir mariposas.
Pero un día, algo triste sucedió; Pancho se perdió en el bosque mientras jugaba y no podía encontrar el camino de regreso a casa. Pancho caminó y caminó, pero todo parecía verse igual a su alrededor. Estaba asustado y solo, no sabía qué hacer.
Pasaron las horas y empezó a oscurecer, la noche estaba por llegar y Pancho temblaba de miedo. De repente, escuchó unos ladridos a lo lejos. -¡Hola! ¿Quién está ahí? -preguntó Pancho con esperanza.
Era Luna, una hermosa perrita labradora que había escuchado los llantos de Pancho y fue a buscarlo. -Hola, soy Luna. ¿Estás perdido? No te preocupes, yo te ayudaré a encontrar tu camino de regreso a casa -dijo Luna con amabilidad.
Pancho se sintió aliviado al ver a Luna y juntos emprendieron el camino de regreso al pueblo. Durante el trayecto, Luna le contaba historias divertidas para animarlo y hacerlo sentir mejor. Finalmente, llegaron al pueblo justo cuando amanecía.
La familia de Pancho estaba desesperada buscándolo por todas partes e hicieron una gran fiesta para celebrar su regreso.
Desde ese día, Pancho aprendió la importancia de prestar atención a su entorno y nunca más se separó de Luna, quien se convirtió en su mejor amiga y guardiana en todas sus aventuras futuras.
Y así termina la historia del perrito pug llamado Pancho, quien gracias a la ayuda de una nueva amiga descubrió que siempre hay alguien dispuesto a ayudarnos en momentos difíciles si sabemos abrir nuestro corazón para recibir amor y amistad.
FIN.