La amistad a través de los tesoros
Ariel era un niño muy curioso y aventurero. Siempre estaba buscando nuevas cosas que hacer y lugares por explorar. Un día, mientras paseaba por el parque, vio a una niña sentada en un banco leyendo un libro.
- Hola, ¿qué estás leyendo? - preguntó Ariel con curiosidad. - Es un libro sobre dinosaurios - respondió la niña sonriendo. Ariel se sentó a su lado y comenzaron a hablar sobre los diferentes tipos de dinosaurios que conocían.
La niña se llamaba Sofía y resultó ser tan aventurera como él. Los dos niños se hicieron amigos rápidamente y comenzaron a pasar mucho tiempo juntos explorando el parque.
Descubrieron cuevas secretas, treparon árboles altos y buscaron tesoros escondidos en la tierra. Un día, mientras estaban jugando cerca del lago del parque, Ariel le preguntó a Sofía si quería ser su novia.
Sofía se rió y le dijo:- No sé qué significa eso, pero si es algo bueno entonces sí quiero ser tu novia. Desde ese momento en adelante, los dos niños eran inseparables. Se apoyaban mutuamente en todo lo que hacían y siempre se divertían juntos.
Pero un día todo cambió cuando Sofía anunció que tendría que mudarse de ciudad debido al trabajo de sus padres. Ariel estaba triste porque no quería perder a su mejor amiga y al amor de su vida. Sin embargo, decidió no rendirse tan fácilmente.
Con la ayuda de sus padres, hizo planes para visitar a Sofía durante las vacaciones escolares e incluso planeaba escribirle cartas todos los días.
Ariel aprendió que aunque las cosas pueden cambiar y la vida puede ser difícil a veces, nunca debemos dejar de luchar por lo que queremos. Al final, su perseverancia valió la pena porque Sofía regresó a la ciudad un año después y los dos pudieron continuar siendo amigos inseparables.
La historia de Ariel y Sofía enseña a los niños sobre la importancia de la amistad verdadera y el valor de no rendirse ante las dificultades.
FIN.