La amistad bajo la tormenta



Había una vez un pequeño ciervito llamado Benito que vivía en el bosque. Benito era muy juguetón y siempre estaba rodeado de amigos con los que se divertía mucho.

Un día soleado, Benito decidió ir al río a beber agua fresca y comer el delicioso pasto del bosque. Mientras caminaba por el sendero, se encontró con su amigo conejito, llamado Pancho. "¡Hola, Pancho! ¿Te gustaría venir al río conmigo?"- invitó Benito emocionado.

"¡Claro que sí, Benito! Me encanta ir al río"- respondió Pancho saltando de alegría. Los dos amigos se dirigieron hacia el río y mientras caminaban, encontraron a Martita la mariposa posada en una flor.

"¡Hola Martita! ¿Quieres venir al río con nosotros?"- preguntó Benito sonriendo. Martita extendió sus alas multicolores y contestó: "¡Por supuesto! Me encanta volar cerca del agua". Así fue como los tres amigos continuaron su camino hacia el río.

Al llegar, vieron a Lucas el pato nadando felizmente entre las hojas flotantes. "¡Lucas! ¡Qué bueno verte!"- exclamó Pancho emocionado. "¿Te unes a nosotros?"Lucas salió del agua y moviendo su cola respondió: "¡Claro que sí! Será divertido estar todos juntos".

Los cuatro amigos disfrutaron de un hermoso día en el río. Nadaron, jugaron carreras y saltaron desde las piedras cercanas al agua. Se reían y contaban chistes mientras el sol brillaba en el cielo.

Pero de repente, una nube gris se acercó y empezó a cubrir el sol. El viento sopló fuerte y comenzaron a caer gotas de lluvia. "¡Oh no! ¡Se está poniendo feo el clima!"- exclamó Martita preocupada. "No te preocupes, amigos.

Podemos encontrar refugio bajo los árboles"- sugirió Benito con calma. Los cuatro corrieron hacia los árboles más cercanos y se cobijaron de la lluvia. A medida que la tormenta pasaba, ellos permanecieron unidos y se apoyaron mutuamente.

Cuando finalmente cesó la lluvia, salieron de su escondite y regresaron al río para despedirse antes de ir cada uno a sus hogares. "¡Hoy fue un día increíble a pesar del clima!"- dijo Lucas sonriendo. "Gracias por ser tan buenos amigos".

"La amistad siempre nos ayuda a superar cualquier obstáculo"- agregó Pancho con cariño. Martita revoloteó alrededor de todos ellos y concluyó: "Siempre estaremos juntos, sin importar lo que suceda". Benito asintió con alegría y dijo: "Amigos, prometamos cuidarnos unos a otros siempre".

Y así fue como los cuatro amigos hicieron una promesa eterna de estar juntos en las buenas y en las malas. Desde ese día, siguieron compartiendo aventuras en el bosque y aprendiendo importantes lecciones sobre amistad, valentía y resiliencia.

El ciervito Benito, el conejito Pancho, la mariposa Martita y el pato Lucas demostraron que unidos pueden enfrentar cualquier desafío y convertirlo en una oportunidad para crecer juntos. Fin.

FIN.

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