La amistad cura
Un día, Juli se despertó temprano y fue corriendo a la habitación de sus papás para decirles que quería ir a visitar a su tía Marisa y jugar con Delfi.
"Papá, mamá, ¡quiero ver a Delfi! ¿Podemos ir hoy?", preguntó Juli emocionada. "Sí, claro hija. Vamos a prepararnos para salir", respondió su mamá. Juli estaba muy feliz de poder pasar tiempo con su prima favorita.
Cuando llegaron a la casa de Marisa, Delfi estaba esperando en la puerta con una sonrisa enorme en su rostro. "¡Hola Juli! ¡Vamos a jugar!", exclamó Delfi mientras tomaba la mano de Juli y la llevaba adentro. Las dos niñas pasaron horas jugando juntas y riendo sin parar.
Hicieron castillos de bloques, pintaron dibujos coloridos y hasta se disfrazaron con ropa vieja que encontraron en el armario. De repente, mientras estaban jugando al escondite en el jardín trasero, Delfi tropezó y cayó al suelo llorando.
Juli se acercó rápidamente para ver si estaba bien. "Delfi ¿estás bien? ¿Te lastimaste?", preguntó preocupada Juli mientras le secaba las lágrimas del rostro. "No puedo levantarme porque me duele mucho el pie", respondió Delfi entre sollozos.
Juli corrió adentro para avisarle a los adultos sobre lo ocurrido. Su tía llamó inmediatamente al médico quien les dijo que tenían que llevarla al hospital para hacerle radiografías.
Juli se preocupó aún más al ver a Delfi en una silla de ruedas, pero trató de ser fuerte y acompañarla todo el tiempo. Cuando finalmente llegaron al hospital, los médicos confirmaron que Delfi tenía un pequeño hueso roto en su pie.
Después del tratamiento, Delfi tuvo que usar muletas por un tiempo mientras sanaba su pie. Juli se ofreció a ayudarla en todo lo que necesitara y juntas encontraron nuevas formas divertidas de jugar sin tener que moverse demasiado.
Gracias a la ayuda de Juli, Delfi pudo superar su lesión y volver a correr y saltar como antes. Ambas niñas aprendieron la importancia de cuidarse mutuamente y estar allí cuando alguien necesita ayuda.
Desde ese día, Juli se convirtió en la mejor amiga y compañera de juegos de Delfi, demostrando que la verdadera amistad es aquella que está presente tanto en los buenos como en los malos momentos.
FIN.