La amistad de Cleo y Toto


En la escuela primaria "Patas Felices", todos estaban emocionados por el comienzo del nuevo año escolar. Cleo, una perra muy divertida y extrovertida, estaba emocionada por conocer a sus nuevos compañeros de clase.

Por otro lado, Toto, un gatito muy tímido, estaba nervioso y preocupado por cómo se llevaría con los demás. El primer día de clases llegó y Cleo no podía contener su emoción.

Saltaba de un lado a otro saludando a todos con su cola enérgica y ladrando de alegría. Toto, en cambio, se escondía detrás de su mochila intentando pasar desapercibido. La maestra, la señorita Luna, presentó a Cleo y Toto ante la clase.

Todos se sorprendieron al ver a una perra y un gato juntos en el salón. Algunos niños murmuraban entre ellos mientras otros miraban con curiosidad. "¡Hola a todos! Soy Cleo y estoy feliz de estar aquí", dijo Cleo con entusiasmo.

Toto apenas pudo susurrar un débil —"hola"  antes de esconderse nuevamente detrás de su mochila. La señorita Luna decidió asignarles un proyecto en parejas para que pudieran conocerse mejor. Cleo saltaba emocionada al escuchar la noticia mientras que Toto se sentía cada vez más nervioso.

"¿Quieres ser mi pareja en el proyecto?" -preguntó Cleo acercándose tímidamente a Toto. Toto dudó por un momento pero luego asintió tímidamente con la cabeza.

Juntos se pusieron manos a la obra y empezaron a trabajar en su proyecto sobre los animales domésticos. Con el paso de los días, Cleo ayudaba a Toto a vencer su timidez animándolo constantemente y haciéndolo reír con sus ocurrencias.

Toto comenzó a sentirse más cómodo en clase gracias a la amistad que había formado con Cleo. Un día, durante el recreo, algunos niños comenzaron a burlarse de Toto por ser tan tímido e introvertido. Cleo no lo permitió y defendió valientemente a su amigo gatito.

"¡No tienes derecho de burlarte! ¡Toto es increíble tal como es! ¡Y yo estoy orgullosa de tenerlo como amigo!" -dijo Cleo firme y segura. Los niños se quedaron sorprendidos por la valentía de Cleo y se disculparon con Toto.

A partir de ese día, todos aprendieron a aceptar las diferencias entre ellos y valorar la importancia de la amistad verdadera.

Al finalizar el año escolar, Cleo y Toto recibieron un premio especial por su excelente trabajo en equipo en el proyecto sobre los animales domésticos. Se convirtieron en inseparables amigos que demostraron que la amistad puede superar cualquier barrera o diferencia.

Y así terminó este maravilloso año escolar en "Patas Felices", donde dos amigos inesperados enseñaron una gran lección: que las diferencias nos hacen únicos e especiales; pero son nuestras acciones llenas amorosas las que realmente nos definen como personas.

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