La Amistad de Lore y el Dragón



En un pequeño pueblo rodeado de un vasto y mágico bosque, vivía una niña llamada Lore. Lore pasaba sus días corriendo entre árboles altos, recolectando flores y soñando con aventuras. Un día, mientras recogía moras, escuchó un extraño ruido.

"¿Quién está ahí?" - preguntó, con curiosidad.

Para su sorpresa, de entre los arbustos apareció un dragón, pero no era un dragón cualquiera, era enorme y de escamas verdes como esmeraldas. Sin embargo, había algo triste en sus ojos.

"Hola, pequeña" - dijo el dragón con voz profunda y melancólica. "Soy Drako. Lamentablemente, no puedo salir de este lugar debido a un terrible hechizo."

Lore estaba fascinada y, aunque un poco asustada, su espíritu aventurero la llevó a acercarse.

"¿Por qué estás hechizado?" - preguntó.

"He sido egoísta con mi pueblo. Cuando todos necesitaban ayuda, yo solo pensaba en mí mismo. Un mago, enfurecido por mi actitud, me lanzó un hechizo y ahora bramo en soledad. " - explicó Drako, con un susurro.

A Lore le dio pena el dragón, así que decidió ayudarlo.

"¿Cómo puedo romper el hechizo?" - preguntó, decidida.

Drako le dijo que necesitaba encontrar tres cosas: una flor de oro que solo florecía una vez al año, el canto de una sirena y la amistad genuina de un niño.

Lore se embarcó en una increíble aventura en el bosque. Primero, buscó la flor de oro. Después de días de búsqueda, la encontró en la cima de una montaña, brillando con luz propia.

"¡Lo logré!" - gritó Lore, y tomó la flor con cuidado.

Luego, fue al lago y, tras mucho esfuerzo, logró que una sirena se acercara. La sirena, al escuchar la historia de Lore y Drako, decidió ayudar.

"Cantaré, pero debes prometerme que siempre protegerás nuestro hogar" - dijo la sirena.

Con la melodía mágica de la sirena y la flor en su mano, Lore regresó a donde estaba Drako. Sin embargo, algo había cambiado en el dragón.

"Lore, necesito sinceridad y bondad, pero también tu amistad sincera. Debes aceptar todo lo que soy, incluso lo malo que he hecho" - le dijo, temeroso.

Lore, recordando la historia del dragón y su egoísmo, se sintió preocupada. Pero su corazón era grande.

"Te acepto, Drako, y creo en ti. La amistad también es aceptar las imperfecciones de los demás. " - explicó.

Drako sintió una luz cálida en su interior y, con el canto de la sirena resonando en el aire, las escamas del dragón comenzaron a brillar. Con un gran estallido de luz, el hechizo se rompió.

"Soy libre..." - exclamó, emocionado. "Lorita, has sido la mejor amiga que podría haber deseado. "

Juntos, celebraron la amistad que habían forjado. Drako y Lore decidieron que, ahora que él era libre, harían de su bosque un lugar de alegría y amistad, ayudando a los animales y compartiendo aventuras. Así, el dragón se convirtió en el guardián del pueblo, protegiéndolo del egoísmo y de las cosas malas, mientras que Lore aprendió que la verdadera amistad puede superar cualquier obstáculo.

Desde aquel día, el bosque nunca volvió a ser solitario ni triste, y ambos vivieron muchísimas más aventuras, siempre recordando que la amistad y la bondad son más poderosas que cualquier hechizo.

FIN.

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