La amistad de Pablo y Víctor
Hubo una vez en un tranquilo jardín, un ratón llamado Pablo. Era muy curioso y le encantaba conocer a todos los animales que vivían en el lugar. Un día, se encontró con un gato llamado Víctor.
- ¡Hola, Víctor! Soy Pablo, ¿quieres ser mi amigo? -dijo Pablo con entusiasmo.
El gato Víctor lo miró con hambre en los ojos, pensando en lo sabroso que sería un ratón como comida.
- Jajaja, ¡claro que sí, Pablo! Seremos los mejores amigos -respondió Víctor, ocultando sus verdaderas intenciones.
Los días pasaron y Pablo y Víctor pasaron mucho tiempo juntos. Sin embargo, Víctor seguía pensando en cómo atrapar a Pablo para comérselo. Pero conforme pasaba el tiempo, Víctor comenzó a apreciar la amistad de Pablo y a darse cuenta de que no quería lastimar a su amigo.
- Pablo, necesito decirte algo importante -dijo Víctor un día, mirando a los ojos al ratón. -He estado pensando, y me di cuenta de que no puedo ser tu amigo si quiero comerte. Me siento mal por haber pensado en lastimarte.
Pablo, sorprendido, quedó pensativo por un momento.
- Víctor, entiendo que estabas siguiendo tus instintos, pero me alegra saber que me consideras tu amigo de verdad. No te preocupes, la amistad es más fuerte que cualquier instinto depredador.
Desde ese día, la amistad entre el ratón y el gato creció más fuerte. Víctor descubrió que no necesitaba cazar a Pablo para ser feliz, y Pablo aprendió que las apariencias a veces pueden engañar, pero que la verdadera amistad siempre triunfa. Juntos, vivieron muchas aventuras y demostraron que la amistad puede superar cualquier obstáculo, incluso las diferencias naturales entre depredador y presa.
FIN.