La Amistad de Stephanie



Había una vez en un colegio de Buenos Aires, una niña llamada Stephanie. Ella era muy amable y siempre sonreía a todos. Sin embargo, había una compañera, Paula, que era a menudo el blanco de algunas burlas por parte de otros niños. Paula era nueva en la escuela y todavía se estaba adaptando a su nuevo entorno, mientras que algunos chicos la llamaban —"rara"  porque le gustaban las cosas diferentes como la poesía y el arte.

Un día, mientras Stephanie repasaba su tarea en el patio de la escuela, escuchó risas que venían de un grupo de niños. Curiosa, se acercó y vio que Paula estaba sentada en el suelo, con la cabeza agachada, mientras dos niños le decían:

"¿Por qué no te vas a una clase de teatro? Así haces un papel de estatua, que es lo mejor que podés hacer."

Stephanie sintió una punzada en su corazón al ver a Paula tan triste. Sin pensarlo dos veces, se acercó a ellos y dijo:

"¡Eh, chicos! ¿Realmente no tienen algo mejor que hacer que molestar a alguien?"

Los niños se sorprendieron por la intervención de Stephanie.

"Mirá quién habla, la reina de la poesía", dijo uno, riéndose.

"Si no te gusta lo que hacemos, ¿por qué no te vas a tu mundo de cuentos de hadas?"

Pero Stephanie no estaba dispuesta a darse por vencida. Miró a Paula y le sonrió.

"Paula, ¿quieres venir conmigo al taller de arte del viernes? Me encantaría hacer un mural juntas."

Paula levantó la mirada, sorprendida.

"¿De verdad?"

"¡Claro! La pintura es muy divertida, y a la gente le encanta lo que haces."

A partir de ese día, Stephanie y Paula se fueron convirtiendo en amigas. Hicieron juntas un mural lleno de colores que representaba un mundo donde todos éramos diferentes, pero únicos. Cuando el mural estuvo terminado, los otros compañeros quedaron impresionados.

"¿Quién hizo esto?" preguntó uno de ellos.

"Fue Paula, ¡es asombroso!" respondió Stephanie con orgullo.

Pero justo cuando las cosas parecían mejorar, un grupo de chicos comenzó a difundir rumores falsos sobre Paula, justo cuando se acercaba la fecha de la exposición de arte de la escuela. Decían que su mural estaba lleno de cosas extrañas y que no era arte en absoluto. Paula se sintió muy triste y volvió a encerrarse en su mundo.

"Stephanie, no quiero que me apoyes más. No quiero que te vean conmigo. Solo voy a seguir recibiendo burlas, y no quiero que te pase lo mismo", le confesó Paula.

"Pero esa es precisamente la razón por la que tengo que estar a tu lado. El arte es expresión y tú lo haces increíblemente bien. No dejes que unos pocos te hagan sentir menos."

Paula dudó, pero siguió a Stephanie en los pasillos del colegio. Cuando llegó el día de la exposición, Stephanie decidió que no era momento de rendirse. Juntó a todos sus compañeros y les dijo:

"Hoy veremos el mural que Paula y yo hicimos juntas. Es un símbolo de lo que significa ser diferente. Espero que puedan valorar el esfuerzo detrás de cada obra de arte."

Los chicos comenzaron a murmurar y miraron el mural. De repente, las miradas de burla se transformaron en admiración.

"Es precioso, realmente me gusta. Es como si hablaran los colores", dijo una niña.

"No sabía que Paula tenía tal talento", agregó otro.

Esa tarde, al final de la exposición, un grupo de niños se acercó a Paula y le dio un abrazo.

"Lamento haberte molestado antes, no estaba bien. Tu arte merece ser visto, y tú también", dijo uno de ellos. Paula sonrió, mientras la burbuja de tristeza que había construido alrededor de su corazón fluyó en humo.

"Gracias, eso significa mucho para mí", respondió.

Al finalizar el día, Stephanie vio a Paula iluminada por la felicidad, algo que ella nunca había visto antes.

"Sabés, me siento como si hubiera vencido al dragón", dijo Paula riendo.

"Y yo fui tu valiente héroe, ¿no?" rió Stephanie.

"Héroe o no, lo importante es que somos amigas, ¿no?"

"Siempre seremos amigas, y hoy lo hemos demostrado con nuestro arte", concluyó Stephanie.

Desde entonces, Paula nunca volvió a sentirse sola. Aprendió a amarse y a valorarse a sí misma, mientras que Stephanie siempre la apoyaba. Juntas, demostraron que la verdadera amistad puede hacer frente al bullying y cambiar el mundo, un mural a la vez.

FIN.

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