La amistad de Tostón y Antonieta
Había una vez en un pequeño pueblo, un perrito llamado Tostón. Tostón era un perrito juguetón y curioso que siempre estaba en busca de aventuras. Un día, mientras exploraba el parque, Tostón conoció a Antonieta, una niña dulce y risueña. Desde el primer momento en que se vieron, Tostón y Antonieta se hicieron amigos inseparables.
Tostón y Antonieta pasaban sus días juntos explorando el pueblo, corriendo por el parque y jugando en el jardín de la casa de Antonieta. La amistad entre ellos crecía fuerte y feliz, compartiendo risas, alegrías y tristezas. Pero un día, Antonieta se enfermó y tuvo que quedarse en casa por un tiempo.
Tostón, preocupado por su amiga, decidió alegrarle el día. Se puso su mejor corbata de lazo rojo y llevó a su amiga una hermosa flor del jardín. Antonieta sonrió al ver a Tostón, y juntos pasaron el día leyendo libros, contando historias y jugando a las escondidas en la habitación. La amistad de Tostón y Antonieta se fortaleció aún más en esos momentos difíciles.
Con el tiempo, Antonieta se fue recuperando y volvió a disfrutar de sus días en el parque con Tostón. Juntos aprendieron el valor de la amistad, la importancia de cuidarse mutuamente y de estar presentes en los momentos buenos y malos.
Y así, Tostón y Antonieta siguieron siendo amigos para siempre, disfrutando de la vida y aprendiendo juntos cada día.
FIN.