La amistad del bosque

Había una vez un hombre lobo llamado Ámbar que vivía en el bosque. Durante las noches de luna llena, se transformaba en un hermoso y poderoso lobo negro.

Un día, mientras cazaba en el bosque, se encontró con una bruja llamada Juli. Al principio, Ámbar estaba asustado porque había oído historias sobre brujas malvadas. Pero para su sorpresa, Juli era amable y simpática. "Hola Ámbar", dijo Juli con una sonrisa.

"¿Cómo sabes mi nombre?", preguntó Ámbar sorprendido. "Sé muchas cosas", respondió la bruja misteriosa.

Juli le contó a Ámbar que ella también era una protectora del bosque y que quería ayudarlo a protegerlo de los cazadores furtivos que amenazaban la vida de los animales del bosque. Ámbar aceptó la ayuda de Juli y juntos idearon planes para ahuyentar a los cazadores furtivos. Un día, mientras caminaban por el bosque, vieron un arco iris brillando en el cielo.

Fue entonces cuando decidieron pintar sus cuerpos con colores brillantes como los del arco iris para confundir a los cazadores furtivos y hacerles creer que eran criaturas mágicas del bosque. El plan funcionó perfectamente y los cazadores nunca volvieron al bosque.

Los animales estaban seguros gracias a la valentía y astucia de Ámbar y Juli. Pero lo mejor fue descubrir que su colaboración había creado una gran amistad entre ellos.

Ahora cada mes durante la luna llena, se reunían para compartir historias y disfrutar de la belleza del bosque. Y así, Ámbar aprendió que no todas las brujas eran malvadas y que a veces los amigos más improbables pueden convertirse en los mejores aliados.