La amistad del bosque



Un día, mientras jugaban juntos, Benito y Pipo encontraron un nido abandonado en el suelo.

Pipo se acercó al nido para verlo de cerca, pero cuando intentó volar de regreso a donde estaba Benito, descubrió que no podía levantar el vuelo. "Benito, ¿me ayudas? No puedo volar", dijo Pipo preocupado. "No te preocupes amigo mío, yo te llevaré sobre mi espalda hasta que puedas volar de nuevo", respondió Benito sin dudarlo.

Y así fue como comenzó una gran aventura entre los dos amigos. Benito cargaba a Pipo sobre su espalda durante todo el día y lo ayudaba a buscar comida y agua para sobrevivir en el bosque.

A pesar de que era difícil para ellos moverse juntos, nunca se separaron ni un solo momento. Sin embargo, la vida en el bosque no siempre es fácil.

Un día mientras caminaban por el bosque buscando frutas para comer, se toparon con una serpiente muy peligrosa que bloqueaba su camino. "¿Qué hacemos ahora?", preguntó Pipo asustado. "Déjamelo a mí", dijo Benito con valentía mientras saltaba hacia la serpiente tratando de distraerla.

Pero la serpiente resultó ser más astuta de lo que pensaban y logró atrapar a Benito con sus afilados colmillos. Pipo quedó solo y triste sin su mejor amigo a quien tanto quería. Después del incidente con la serpiente, Pipo decidió buscar ayuda para salvar a Benito.

Con mucho esfuerzo logró encontrar al búho más sabio del bosque y le pidió ayuda para salvar a su amigo. El búho, con su gran conocimiento, enseñó a Pipo cómo hacer un remedio para curar las heridas de Benito.

Con el remedio en sus manos, Pipo regresó al lugar donde había dejado a Benito y lo ayudó a recuperarse. Juntos volvieron a jugar y explorar el bosque como siempre lo habían hecho antes.

Gracias al amor y la amistad que se tenían mutuamente, Benito y Pipo lograron superar todos los obstáculos que les presentó la vida en el bosque. Y así fue como aprendieron que cuando dos amigos se apoyan mutuamente, nada puede detenerlos.

FIN.

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