La Amistad del Bosque Encantado



Era una mañana luminosa en el Bosque Encantado, donde los rayos del sol jugaban entre las hojas de los árboles. En este bosque vivían tres amigos muy distintos: Lobo, el fuerte y valiente; Perro, el leal y juguetón; y Gato, el astuto y curioso. Cada uno tenía su propia forma de ver el mundo, pero juntos eran inseparables.

Un día, mientras exploraban, Lobo dio un salto y dijo:

"¡Miren esto! He encontrado un sendero nuevo que nunca habíamos explorado!"

Perro movió la cola emocionado:

"¡Vamos a verlo! Tal vez encontramos algo aventurero!"

Gato, alzando una ceja, comentó:

"Ten cuidado, Lobo. No siempre lo que parece nuevo es seguro."

El grupo, emocionado por la aventura, decidió seguir el sendero. Mientras avanzaban, se encontraron con un hermoso lago brillante.

"¡Qué lugar tan hermoso!" exclamó Perro, corriendo hacia el agua para chapotear.

"Es tan bonito, pero deberíamos explorar un poco más. No sabemos qué más hay aquí", dijo Gato.

Así que continuaron su camino y, de repente, escucharon un ruido extraño entre los arbustos. Lobo se detuvo y dijo:

"¿Escucharon eso? ¿Qué podrá ser?"

"Tal vez un pequeño animal que necesita ayuda!" respondió Perro, su instinto protector saliendo a relucir.

Gato susurró:

"¡Esperemos a ver, no salgamos corriendo sin pensar!"

Curiosos pero precavidos, se acercaron lentamente. De pronto, un grupo de conejos apareció, pero uno de ellos no podía moverse. Eran pequeños, pero se notaba que algo les preocupaba.

"¡Hola! ¿Pasa algo?" preguntó Lobo.

El conejo más grande, temblando de miedo, dijo:

"¡Ayuda! Un zorro ha estado rondando nuestra madriguera. Nos asusta!"

Perro se asustó:

"Oh no, eso no está bien!"

Gato, observando cuidadosamente, dijo:

"Quizás si nos unimos, podemos ayudarles."

"¿Cómo?" preguntó uno de los conejos.

"Podríamos hacer un plan. Lobo puede asustar al zorro, yo hablaré con mis amigos del bosque, y Perro puede asegurarse de que estén a salvo durante el proceso!" explicó Gato.

Todos se miraron, y tras un momento, el conejo asintió:

"¡De acuerdo! Eso suena bien, pero debemos ser rápidos."

Con el plan establecido, el grupo se separó. Lobo se puso en la entrada del agujero del conejo, mientras Perro se mantenía alerta cerca del lago, y Gato partió a encontrar a sus amigos del bosque. Finalmente, Gato se encontró con la sabia Tortuga.

"Tortuga, necesitamos tu ayuda para avisar a los otros animales. Hay un zorro peligroso en la zona!"

"Claro, Gato. Ayudar a otros es lo que hacemos. Vamos a reunir a los animales" respondió la Tortuga, moviéndose lentamente pero con determinación.

Mientras tanto, Lobo mantuvo el rumbo en la entrada, y al poco tiempo, el zorro apareció. Miró a Lobo y se rió:

"¿Qué haces aquí, Wolfie? Te creíste que podrías asustarme, ¿no?"

Lobo, enérgico, respondió:

"No vas a tocar a estos conejos! ¡Vete!"

El zorro, sorprendido por su valentía, comenzó a dar pasos hacia atrás.

En ese momento, Perro apareció corriendo hacia el zorro.

"¡Esto no es un juego, Zorro! Está prohibido asustar a los que no pueden defenderse!"

El zorro, sin querer enfrentarse al dúo, decidió que lo mejor era escapar. Así que dio la vuelta, y al ver a Gato y a la Tortuga regresando con más animales, comprendió que no tenía chances de ganar.

Cuando el peligro se fue, todos los conejos salieron de su escondite y comenzaron a saltar de alegría.

"¡Gracias! ¡Gracias! Nos salvaron!" gritaron.

Lobo sonrió, orgulloso de haber podido ayudar:

"Lo logramos. Pero no lo hubiéramos logrado sin cada uno de ustedes."

Perro movió la cola:

"Es cierto! Todos juntos somos más fuertes!"

Gato añadió:

"Y siempre debemos cuidar y ayudar a los que lo necesitan. Eso nos hace buenos amigos."

Desde aquel día, el bosque se llenó de risas, juegos y amistad. Lobo, Perro, Gato y los conejos se volvieron grandes amigos, listos para enfrentar cualquier aventura que viniera. Y en el bosque encantado, la unión hizo la fuerza, y la generosidad se volvió la norma a seguir.

– Fin –

FIN.

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