La amistad del dragón


Había una vez en un reino lejano, una hermosa princesa llamada Sofía.

Vivía feliz en su castillo rodeada de lujos y comodidades, pero un día algo terrible sucedió: un dragón gigante la atrapó y la encerró en lo más alto de la torre. El pueblo entero se enteró de lo ocurrido y rápidamente llegaron varios príncipes dispuestos a salvar a la princesa. Entre ellos estaban el príncipe Guillermo, el príncipe Mateo y el príncipe Juan.

Los tres príncipes eran valientes y fuertes, pero también muy competitivos. Cada uno quería ser quien rescatara a la princesa Sofía para ganarse su corazón. Así que decidieron hacer una competencia para ver quién era el mejor.

La competencia consistiría en atravesar un bosque lleno de peligros hasta llegar al castillo donde estaba encerrada la princesa. El primero en llegar sería quien tuviera la oportunidad de rescatarla. Los tres príncipes partieron hacia el bosque con determinación.

Pronto se encontraron con árboles gigantes que parecían tener vida propia e intentaban detenerlos con sus ramas retorcidas. Pero los príncipes eran astutos y lograron esquivarlos hábilmente. Mientras tanto, dentro del castillo, Sofía no podía hacer nada más que esperar.

Estaba triste por estar atrapada, pero sabía que algún día alguien vendría a rescatarla. De vuelta en el bosque, los príncipes continuaban su aventura enfrentándose a un río caudaloso.

El príncipe Guillermo intentó cruzarlo nadando, pero la corriente era demasiado fuerte y lo arrastró lejos de su objetivo. El príncipe Mateo decidió construir un puente con ramas y piedras para cruzar el río, pero se demoró tanto en su construcción que los otros dos príncipes lo alcanzaron y continuaron adelante.

Finalmente, el príncipe Juan llegó al castillo primero. Estaba muy emocionado por tener la oportunidad de rescatar a la princesa Sofía y ganarse su amor.

Sin embargo, cuando entró en la torre, se dio cuenta de que no había dragón alguno. La princesa Sofía explicó que el dragón solo quería protegerla del mundo exterior y que nunca le había hecho daño.

Ella estaba triste porque todos los príncipes habían peleado entre sí para llegar hasta ella sin darse cuenta de que podían haberse ayudado mutuamente. El príncipe Juan comprendió su error y decidió hacer las cosas bien. Salió del castillo para buscar a sus compañeros príncipes y juntos regresaron al pueblo.

Allí organizaron una gran fiesta donde invitaron a todos los habitantes del reino para celebrar la amistad y aprender sobre la importancia de trabajar juntos en lugar de competir entre ellos.

Desde aquel día, los tres príncipes se convirtieron en grandes amigos y siempre estuvieron dispuestos a ayudarse mutuamente en cualquier aventura que enfrentaran.

Y así, aunque no hubo un rescate tradicional ni un final típico de cuento de hadas, la historia de Sofía y los príncipes enseñó al reino entero una valiosa lección: que el trabajo en equipo y la amistad son mucho más importantes que cualquier competencia. Y vivieron felices para siempre, siendo amigos inseparables.

Dirección del Cuentito copiada!