La amistad del tiburón y la niña
Había una vez una niña llamada Sofía que veraneaba junto a su familia en una hermosa playa de Argentina. A Sofía le encantaba explorar la orilla del mar, buscar conchitas y jugar en la arena. Un día, mientras paseaba por la playa, vio algo emocionante en el agua. Era un tiburón pequeño que parecía estar atrapado entre las rocas. Sin dudarlo, Sofía se acercó con cuidado y, con la ayuda de su padre, logró devolver al tiburón al mar. A partir de ese momento, algo mágico sucedió.
El tiburón comenzó a seguir a Sofía por la playa, nadando junto a ella y protegiéndola de otras criaturas marinas. Al principio, Sofía estaba un poco asustada, pero pronto se dio cuenta de que el tiburón no quería hacerle daño, sino que buscaba su amistad. Juntos pasaban horas jugando en el mar, explorando cuevas submarinas y descubriendo la belleza del océano.
Sofía y el tiburón se convirtieron en los mejores amigos, y su amistad demostró que, a veces, las cosas que parecen aterradoras a primera vista pueden resultar ser maravillosas si les damos una oportunidad. Los veraneantes en la playa se sorprendían al ver a la intrépida niña junto a su inusual amigo, pero pronto entendieron que la amistad no conoce límites ni prejuicios.
Sin embargo, la felicidad de Sofía y el tiburón se vio amenazada cuando un grupo de pescadores llegó a la playa con la intención de atrapar al tiburón. Sofía, desesperada, corrió hacia el mar y con lágrimas en los ojos llamó al tiburón:
- ¡Amigo, debes nadar muy lejos para mantenerte a salvo! ¡No quiero que te lastimen!
El tiburón, comprendiendo el peligro, se sumergió en el mar y desapareció. Sofía se sentía triste y preocupada, pero sabía que la amistad que había cultivado con el tiburón era especial y que siempre viviría en su corazón.
Con el paso de los años, Sofía regresaba a la misma playa en cada verano, con la esperanza de reencontrarse con su amigo tiburón. Aunque eso no sucedió, la amistad que compartieron dejó una huella imborrable en el corazón de Sofía, quien aprendió que la amistad verdadera puede superar cualquier obstáculo y perdurar en el tiempo.
FIN.