La Amistad en el Amor



En un pequeño barrio de Buenos Aires, vivían dos niños: Diego y Valentina. Desde que eran muy pequeños, siempre jugaban juntos en el parque que estaba cerca de sus casas. Se conocían como dos hojas que flotaban en el viento, inseparables.

Un día soleado, mientras los dos jugaban a las escondidas, Valentina le dijo a Diego:

"¡Diego, te reto a que me encuentres antes de que cuente hasta diez!"

Diego sonrió y comenzó a contar. Valentina corrió a esconderse detrás de un árbol grandote. Mientras tanto, Diego buscó en todos lados, pero no lograba encontrarla. Cuando finalmente la vio, estaba tan emocionado que grito:

"¡Te encontré!"

Valentina salió de su escondite riendo.

"No vale, contaste muy rápido, ¡necesitabas hacer trampa!"

"¡No hice trampa! ¡Fue un acto de amor!" bromeó Diego, haciéndole un guiño.

No solo eran amigos, sino que también empezaban a sentir algo más el uno por el otro. Un día, Valentina decidió hacer una sorpresa especial para Diego. Le preparó un dibujo de los dos en su juego favorito, el escondite. Al entregárselo, sonrió y dijo:

"Mirá lo que hice para vos, ¡espero que te guste!"

Diego le sonrió y respondió:

"Es increíble, ¡eres muy talentosa!"

Los dos sintieron cosquillas en el estómago y se miraron a los ojos.

Sin embargo, las cosas se complicaron. Un nuevo niño, Lucas, se mudó al barrio y comenzó a jugar con ellos. Lucas era muy bueno en el fútbol y rápidamente comenzó a competir con Diego. Valentina, por su parte, disfrutaba jugar al fútbol, así que empezaba a pasar más tiempo con Lucas, lo que generaba un aire de celos en Diego.

Un día, Diego reunió el valor y le dijo a Valentina:

"¿Te gustaría jugar conmigo y Lucas en el partido de mañana?"

Valentina pensó por un momento:

"Claro, pero me divierte mucho jugar con Lucas también. ¿No te molesta?"

"No... ummm... sí. Quiero decir que, bueno, no quiero perderte como amiga, pero también quiero ser tu amigo y jugar juntos. Sin importar con quién."

Valentina notó que Diego estaba un poco triste y decidió hablar. Se acercó y le dijo:

"Diego, me encanta jugar con vos y también me gusta Lucas. Pero eso no significa que te quiera menos. A veces uno puede disfrutar de tener amigos diferentes, ¿no?"

Diego soltó un suspiro profundo y pensó en sus palabras.

"Tienes razón, Valentina, solo tengo que aprender a compartir. ¡Vamos a jugar juntos!"

Al día siguiente, en el partido, Valentina se balaceaba entre Diego y Lucas. Se dio cuenta de que todos podían divertirse juntos. Después del partido, el trío se sentó en el césped, jadeando por el ejercicio y riendo a carcajadas.

En ese momento, Valentina volvió a recordar su dibujo. Lo sacó de su mochila y les dijo:

"Chicos, hice esto para recordar que la amistad es más importante que cualquier competencia. Así que, ¡juguemos algunos más!"

Diego sintió una gran alegría en su corazón y dijo:

"Eso es, ¡gracias por recordarnos que somos amigos!"

Lucas agregó:

"Sí, ¡juguemos en equipo!"

Ese día, Diego y Valentina aprendieron que el amor no solo es para parejas, sino que también hay un amor especial en la amistad. Entendieron que podían compartir sus afectos y disfrutar de la compañía de todos. Desde entonces, Valentina, Diego y Lucas jugaron siempre juntos, creando una hermosa amistad basada en la comprensión y el apoyo.

Y así, aunque Diego y Valentina sentían mariposas en sus estómagos cuando estaban juntos, también sabían que tener amigos era igualmente maravilloso y valioso.

FIN.

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