La amistad en el quinto grado


Isabella estaba muy emocionada de empezar quinto grado con sus mejores amigas: Julia, Olivia, Julieta y Emma. Cada una tenía su personalidad única pero se llevaban genial juntas. El primer día de clases fue todo un éxito.

Las chicas compartieron sus experiencias del verano y hablaron sobre lo que esperaban del año escolar. Pero Isabella notó algo extraño en el comportamiento de Julia.

Julia siempre había sido la más extrovertida de todas, pero ese día parecía estar molesta y no quería hablar mucho. Isabella decidió acercarse a ella durante el recreo para preguntarle qué pasaba. "¿Estás bien, Julia? Pareces un poco triste hoy"- dijo Isabella preocupada. "No es nada"- respondió Julia con desgana.

Isabella sabía que algo andaba mal y decidió investigar más a fondo. Después de hacer algunas preguntas descubrió que Julia estaba preocupada por los exámenes que tendrían pronto.

Ella sentía mucha presión por sacar buenas notas y no quería decepcionar a sus padres. "¡Oh! No te preocupes tanto por eso, todos estamos aquí para ayudarnos mutuamente" -dijo Isabella sonriendo-. "Podemos estudiar juntas después de clases si quieres". Julia se sorprendió al escuchar esto.

Nunca había pensado en pedir ayuda a sus amigas antes, pero aceptó la oferta de inmediato. A partir de ese día, las chicas comenzaron a reunirse después del colegio para estudiar juntas y ayudarse mutuamente con los deberes escolares.

Incluso organizaron pequeñas competencias entre ellas para hacer el estudio más divertido. Con el tiempo, Julia comenzó a sentirse mucho más segura y relajada con sus exámenes. Ella agradeció a Isabella por su ayuda y amistad, y prometió devolverle el favor en otra ocasión.

La historia de Isabella y sus amigas es un ejemplo perfecto de cómo la amistad puede ayudarnos a superar nuestros miedos y desafíos. Cuando trabajamos juntos, podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos.

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