La amistad en la geometría



En un pequeño pueblo llamado Geometría, vivían diferentes formas geométricas que se agrupaban según sus lados y ángulos.

Había triángulos equiláteros, rectángulos perfectos y círculos simétricos, pero también estaban los polígonos irregulares, quienes siempre se sentían excluidos por no encajar en ninguna categoría específica. Un día, en la escuela de figuras geométricas, la maestra Polígona les propuso a los alumnos un desafío: construir una casa utilizando únicamente polígonos irregulares.

Todos los estudiantes comenzaron a trabajar en parejas, excepto Isósceles y Romboide, dos amigos inseparables que decidieron unirse para completar la tarea juntos. Isósceles era un triángulo con dos lados iguales y Romboide era un cuadrilátero con lados opuestos paralelos pero de diferente longitud.

A pesar de sus diferencias, se complementaban perfectamente y formaban un gran equipo. "¡Vamos Isósceles, podemos hacerlo! Juntos somos imparables", exclamaba entusiasmado Romboide mientras trabajaban en su proyecto. "Tienes razón amigo, juntos podemos lograr cualquier cosa.

Nuestra amistad es nuestra mayor fortaleza", respondió Isósceles con determinación. Día tras día, Isósceles y Romboide dedicaron horas a planificar y construir su casa utilizando polígonos irregulares de todas las formas y tamaños.

A pesar de enfrentarse a varios desafíos y obstáculos inesperados, nunca perdieron la esperanza ni la confianza el uno en el otro. Finalmente, llegó el día de presentar sus proyectos ante la maestra Polígona y el resto de la clase.

Las otras figuras geométricas quedaron impresionadas al ver la creatividad y originalidad de la casa construida por Isósceles y Romboide. Aunque no seguía las reglas tradicionales de construcción, era única e innovadora.

La maestra Polígona felicitó a los dos amigos por su excelente trabajo en equipo y por demostrar que incluso los polígonos irregulares podían crear algo extraordinario cuando colaboraban juntos. Desde ese día en adelante, Isósceles y Romboide se convirtieron en ejemplo para todos en Geometría.

Demostraron que no importa cuán diferentes sean las personas (o figuras geométricas), lo importante es respetar esas diferencias y trabajar juntos hacia un objetivo común. Y así concluyó esta historia sobre amistad, cooperación e inclusión protagonizada por dos valientes polígonos irregulares que supieron destacarse a pesar de las adversidades.

Porque al final del día, lo que realmente importa no es cómo te veas por fuera o qué forma tengas; sino quién eres por dentro y cómo tratas a los demás.

FIN.

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