La Amistad en Peligro



Había una vez, en el colorido Bosque de la Diversión, un papulince llamado Pablito y un panafresco llamado Frescuito. Eran los mejores amigos del mundo, siempre compartiendo aventuras y risas.

Un día, mientras exploraban el bosque, conocieron a una nueva amiga, Yazmin. Era una chica con grandes sueños y una sonrisa radiante. Sin embargo, a pesar de su apariencia alegre, pronto empezó a sentir celos de la unión entre Pablito y Frescuito.

Yazmin se dio cuenta de que le gustaba mucho Pablito y decidió que haría lo posible para atraer su atención. Ella pensó: "Si logro separarlos, Pablito solo estará conmigo."

Un día, mientras jugaban, Yazmin se acercó rápidamente:

"¡Hola Pablito! ¿Querés que juguemos a las escondidas solo nosotros dos?"

Pablito sonrió tímidamente, pero inmediatamente se volvió hacia Frescuito:

"¿Qué pensás, Frescuito?"

Frescuito, que había notado el cambio en Yazmin, dijo:

"Claro, pero no estaría mal que también esté yo. ¡Vamos a jugar juntos!"

Yazmin frunció el ceño, pero optó por no dar su brazo a torcer:

"Bueno, pero Pablito puede ser el que se esconda primero y yo lo buscaré. Así no perdemos tiempo."

Así, comenzaron a jugar, pero la estrategia de Yazmin era clara. Ella trató de distraer a Pablito, llevándolo a rincones del bosque donde no estaba Frescuito.

Con el tiempo, Pablito comenzó a sentirse incómodo. Extrañaba las bromas y la alegría que compartía con Frescuito. En una de esas exploraciones, escuchó el eco de una risa familiar.

"¡Frescuito!" gritó Pablito.

Yazmin se cruzó de brazos y dijo:

"Oh, no, no... hoy estamos jugando nosotros dos. No lo necesitas a él."

Pero Pablito, al ver la alegría de Frescuito, sentía que su corazón se dividía. Sin dudarlo, le respondió a Yazmin:

"Pero yo también disfruto jugar con Frescuito. ¡Es mi mejor amigo!"

Yazmin, confundida por la respuesta de Pablito, se sintió derrotada. Pero no era el tipo de persona que se rendía fácilmente. Por lo tanto, se le ocurrió otra idea. Al día siguiente, preparó una gran sorpresa y le dijo a Pablito:

"Hoy voy a organizar una búsqueda del tesoro. ¡Solo para nosotros dos!"

Pablito se sonrojó, pero aún así dudó en ir solo con ella. Cuando se lo comentó a Frescuito, su amigo le dijo:

"¡Vamos! Podés ir, pero no te olvides de invitarme o al menos compartir la diversión. La amistad es lo más importante, recordá eso."

Pablito decidió entonces que lo mejor era reunir a todos en la búsqueda del tesoro, así le extendió la invitación a todos los que conocía, incluido a Frescuito.

Cuando Yazmin vio que su plan no había funcionado, se sintió decepcionada, pero también comprendió que había algo más valioso que tener la atención de Pablito: la amistad.

El día de la búsqueda, todos se divirtieron juntos. Trabajaron en equipo, gritaron, rieron y descubrieron tesoros escondidos. Yazmin, al verse rodeada de amigos, se dio cuenta de que la amistad era un juego en el que todos podían ganar.

Al final del día, Pablito dijo:

"Lo mejor de todo fue compartir con ustedes. ¡La amistad puede ser el mejor tesoro!"

Yazmin sonrió sinceramente. En su corazón había aprendido una valiosa lección sobre la amistad y la importancia de compartir con los demás. Desde entonces, se convirtió en parte de su grupo, siempre buscando maneras de unirlos.

Y así, en el Bosque de la Diversión, Pablito, Frescuito y Yazmin aprendieron que la amistad no se trata de poseer a alguien, sino de disfrutar juntos.

FIN.

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