La Amistad Encantada



En un pequeño pueblo rodeado de colinas, había un bosque donde pocos se aventuraban. Se decía que en ese bosque vivían un fantasma llamado Fantasín, un zombie llamado Zombito y una bruja llamada Brigit. Aunque parecían aterradores, cada uno de ellos tenía un corazón amable.

Un día, mientras Zombito exploraba el bosque, encontró un árbol caído que bloqueaba el sendero.

"¡Oh no! ¿Cómo pasaré por aquí?" - se lamentó Zombito, moviendo sus brazos de forma torpe.

Al escuchar el alboroto, Fantasín apareció flotando como una nube blanca.

"No te preocupes, amigo. Yo puedo ayudarte. ¡Boo!" - exclamó para asustar a Zombito, pero en lugar de eso, lo hizo reír.

"¡No me asustaste! Solo me hiciste reír. Pero, ¿cómo moveremos este árbol?" - preguntó Zombito.

En ese momento, Brigit voló sobre ellos en su escoba, dejando un rastro de polvo brillante.

"¿Qué les ocurre?" - preguntó curiosa.

"Un árbol bloquea el camino y no sabemos qué hacer" - respondió Fantasín.

Brigit pensó un momento y dijo:

"Puedo usar un hechizo para ayudar, pero necesitamos trabajar en equipo. ¿Qué les parece?"

Zombito asintió con la cabeza, aunque no estaba seguro de cómo ayudar. Fantasín sonrió.

"¡Es genial trabajar juntos! ¿Qué debemos hacer?" - preguntó entusiasmado.

Brigit hizo un gesto con su varita mágica y dijo:

"¡Con una palabra mágica y un poco de esfuerzo, moveremos este árbol sin ningún problema!"

Zombito pensó un poco y, como tenía fuerza, empezó a empujar el árbol con todas sus ganas. Fantasín lo animaba desde un lado:

"¡Vamos Zombito, tú puedes! ¡Eres muy fuerte!"

Motivado por esas palabras, Zombito empujó y empujó hasta que el árbol comenzó a moverse un poco.

"¡Lo lograste! ¡Sigue así!" - gritó Fantasín, mientras Brigit levitaba un poco de polvo mágico sobre ellos.

Juntos, hicieron una gran cadena: Zombito empujaba, Fantasín animaba desde el aire y Brigit lanzaba el hechizo. Con un gran esfuerzo, lograron colocar el árbol a un lado del camino.

"¡Hurra! ¡Lo hicimos!" - celebraron todos.

Zombito, muy orgulloso de su esfuerzo, dijo:

"Nunca pensé que pudiera mover un árbol. ¡Gracias, amigos!"

Fantasín agregó:

"¡Cuando unimos fuerzas, podemos lograr cosas increíbles!"

Brigit sonrió y dijo:

"Y además, ¡es más divertido trabajar en equipo!"

Después de eso, decidieron que todos los días se reunirían para ayudarse y resolver problemas en el bosque. Fortalecerían su amistad y aprenderían juntos.

Cada día, el bosque se volvía un lugar más especial. Fantasín contaba historias que hacían reír a Zombito, Zombito ayudaba a encontrar ingredientes para las pociones de Brigit, y Brigit les enseñaba un poco de magia a sus amigos.

Así, el fantasma, el zombie y la bruja descubrieron que todos son distintos, pero que sus diferencias los hacían únicos y que juntos eran imbatibles.

Un hermoso día, decidieron hacer una gran fiesta en el bosque para celebrar su unión. Invitaron a todos los animales y seres del bosque y prepararon deliciosas golosinas. La alegría abundaba, y cada uno tenía un papel especial:

"¡Yo haré juegos!" - dijo Zombito emocionado.

"¡Y yo contaré historias aterradoras!" - exclamó Fantasín.

"¡Yo haré pociones para todos!" - dijo Brigit sonriendo.

La fiesta fue un éxito. Todos se divirtieron, bailaron y comieron. Desde ese día, el bosque no solo fue su hogar, sino también un lugar donde la amistad y la creatividad florecieron.

Y así, el fantasma, el zombie y la bruja aprendieron que la verdadera magia está en el trabajo en equipo y en la amistad. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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