La amistad entre el lobo, el león, el tigre, la bruja y el ratón

En un bosque encantado, habitaban el lobo, el león, el tigre, la bruja y el ratón. Cada uno de ellos se sentía hambriento y tenía la tentación de comer al otro. El lobo miraba al león con deseo, el león ansiaba al tigre, el tigre pensaba en atrapar a la bruja, la bruja quería transformar al ratón en su merienda, y el ratón temblaba al pensar en ser devorado por cualquiera de ellos.

Un día, el ratón se acercó al lobo y le propuso una tregua: "¿No sería mejor ser amigos en lugar de enemigos? Juntos podemos buscar comida de forma justa y compartir lo que encontremos." El lobo, inicialmente sorprendido, aceptó la propuesta. Pronto, se unió el león, luego el tigre, y finalmente la bruja. Todos decidieron dejar de lado sus instintos carnívoros y trabajar juntos para sobrevivir.

Con el tiempo, la amistad entre ellos creció, y descubrieron que cooperando podían conseguir más alimentos de los que solos hubieran imaginado. El lobo, con su olfato agudo, encontraba frutas y raíces, el león con su fuerza derribaba frutos de los árboles, el tigre rastreaba ríos en busca de peces, la bruja utilizaba sus conocimientos de hierbas para preparar deliciosos platos, y el ratón, con su agilidad, recolectaba pequeñas semillas y frutos silvestres.

Con el paso del tiempo, no solo aprendieron a trabajar en equipo, sino que también descubrieron que la amistad y la solidaridad eran mucho más gratificantes que el deseo de devorarse entre ellos. Compartían risas, historias y alegrías, disfrutando de la compañía y la diversidad de cada uno.

Así, el bosque encantado se llenó de armonía, y la amistad entre el lobo, el león, el tigre, la bruja y el ratón se convirtió en un ejemplo para todos los seres del bosque, inspirando una nueva forma de convivencia basada en el respeto y la cooperación.