La amistad entre nubes



En un pequeño pueblo, dos nubes llamadas Fluffy y Brisa eran las mejores amigas del cielo. Siempre se pasaban horas jugando juntas, formando figuras en el aire y creando sombras en el suelo para que los pequeños del pueblo pudieran jugar. Fluffy era grande y esponjosa, mientras que Brisa era ligera y rápida.

Un día, Brisa tuvo una gran idea:

"¡Fluffy! ¿Por qué no hacemos una carrera para ver quién puede formar la figura más divertida?"

Fluffy, emocionada, escribió en el cielo:

"¡Sí! Haremos la mejor figura que se haya visto en el cielo. ¡Que gane la mejor!"

Las nubes se prepararon para la carrera. Sin embargo, cuando Brisa comenzó a desplegar sus habilidades, Fluffy se dio cuenta de que su amiga se estaba volviendo cautivadora y popular entre los habitantes del pueblo.

"Mirá cuánta gente la está aplaudiendo. Nunca me habían mirado así a mí", pensó Fluffy, sintiendo una extraña punzada en su corazón.

La competencia terminó, y Brisa formó la figura más sorprendente.

"¡Lo hice! ¡Soy la nube ganadora!"

Fluffy, aunque la quería, no podía evitar sentir celos.

"Estamos listas para el próximo juego, ¿verdad?"

Pero desde ese día, Fluffy no pudo verse a sí misma de la misma manera. Comenzó a alejarse de Brisa y no volvió a participar en sus juegos.

Brisa, preocupada, le preguntó un día:

"Fluffy, ¿por qué no juegas conmigo más?"

Fluffy respondió con tristeza:

"No sé si quiero. Tal vez ya no soy tan divertida como antes."

Brisa no entendía por qué su amiga se sentía así. Quería ayudarla, pero no sabía cómo.

"Fluffy, siempre serás divertida para mí. La carrera fue solo un juego, pero nuestra amistad es lo más importante"

Pasaron los días y las semanas, pero Fluffy seguía sintiéndose insegura. Decidió intentar crear figuras grandes y espectaculares por su cuenta, pero al final de cada intento, se sentía sola.

Un día de sol radiante, Brisa decidió hacer algo especial. Se acercó a Fluffy y le dijo:

"Quiero hacer algo que nos ayude a recordar lo divertidas que hemos sido juntas. Vamos a hacer algo increíble y espectacular: ¡una lluvia de colores!"

"¿Lluvia de colores?", preguntó Fluffy, brillando un poco.

"Sí, vamos a unir nuestras fuerzas y hacer que todo el pueblo vea nuestra magia. ¿Qué dices?"

Fluffy sintió una chispa de esperanza en su interior. Podrían hacer algo juntas nuevamente.

Las dos nubes trabajaron arduamente, y lo que crearon fue asombroso. Formaron figuras y colores que pintaron el cielo de alegría y risa.

"Esto es increible, Brisa!"

"¡Lo sé! ¡Estuve dándome cuenta de que siempre serás mi mejor amiga, no importa lo que suceda!"

Y así, al final del día, las nubes Fluffy y Brisa aprendieron que la verdadera amistad no se trata de competencia, sino de apoyo y alegría compartida. Con cada figura que formaron juntas, su vínculo se hizo más fuerte y su risa se escuchó en todo el pueblo.

"Nunca más dejaré que el miedo o los celos nos separen" dijo Fluffy.

Brisa sonrió, sabiendo que, al final, la amistad siempre prevalece.

FIN.

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