La amistad entre perro negro y capitán



Un día soleado, salí corriendo por el parque con mi pelota en la mano, ansioso por jugar un poco de fútbol. Mientras corría, vi a lo lejos una nube de polvo y escuché ladridos y gruñidos.

Me acerqué rápido y me di cuenta de que perro negro y capitán estaban teniendo una pelea. -¡Alto, alto! ¡Paren de pelear! - les grité. Ambos se detuvieron y me miraron con curiosidad. -¿Qué pasa, amigo? - preguntó perro negro.

-Capitán me quitó mi hueso favorito y se puso a gruñirme cuando se lo pedí de vuelta- respondió con enojo. -Eso no es cierto, perro negro. Tú estabas invadiendo mi territorio y yo solo estaba defendiéndolo- replicó capitán.

Me senté junto a ellos y les dije: -Escuchen, pelear no es la solución. Deben aprender a compartir y a respetar el espacio del otro. Además, podrían ser amigos y divertirse juntos. Ambas mascotas se miraron con desconfianza, pero finalmente aceptaron mi propuesta.

Pasamos el resto del día jugando juntos y compartiendo la pelota y el hueso. Al final, se dieron cuenta de que tenían más cosas en común que diferencias.

Desde ese día, perro negro y capitán se volvieron inseparables, y yo aprendí que la amistad y el respeto son fundamentales para una convivencia armoniosa.

FIN.

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