La amistad eterna

Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, tres amigos que se conocían desde que tenían dos años. Se llamaban Tomás, Sofía y Juan. Ellos eran inseparables y siempre estaban juntos.

Un día, mientras jugaban en el parque, Sofía les dijo a sus amigos: "¿Alguna vez han pensado en lo importante que es nuestra amistad?". Tomás y Juan se miraron sorprendidos por la pregunta de Sofía. "Claro que sí", respondió Tomás.

"Eres mi mejor amiga". Juan asintió con la cabeza y agregó: "Somos como hermanos". Sofía sonrió con ternura ante las palabras de sus amigos y les dijo: "Yo también los considero mis hermanos.

Y quiero que sepamos que nuestra amistad nunca morirá, pase lo que pase". Los tres amigos hicieron un pacto ese día para mantener su amistad por siempre. A medida que crecían, pasaron por muchas aventuras juntos.

Desde jugar al fútbol hasta ir al cine o simplemente pasar tiempo juntos en el parque. Pero cuando llegó el momento de partir hacia la universidad cada uno tomó caminos diferentes. A pesar de esto nunca perdieron contacto gracias a las redes sociales y las videollamadas.

Un día recibieron una triste noticia: Sofía había sido diagnosticada con una enfermedad terminal. Los tres amigos lloraron juntos durante horas pero luego recordaron su promesa de mantenerse unidos pase lo que pase.

Así fue como decidieron hacer todo lo posible para cumplir los sueños de Sofía antes del final inevitable. La ayudaron a realizar viajes soñados, conocer artistas favoritos y hacer todo lo que alguna vez había deseado. Durante sus últimos días, Sofía estuvo rodeada de su familia y amigos.

Y los más importantes para ella fueron sus amigos de la infancia, quienes siempre estuvieron a su lado. En el funeral, Tomás y Juan recordaron los buenos momentos que habían compartido con Sofía y cómo su amistad nunca moriría.

A pesar del dolor por la pérdida, se sintieron agradecidos por haber tenido una amiga tan maravillosa como Sofía. Desde ese día, Tomás y Juan siguieron adelante con la promesa de mantenerse unidos pase lo que pase.

Y aunque extrañaban a su amiga todos los días, sabían que ella seguía siendo parte de ellos en cada recuerdo compartido. .