La amistad fantasmal en el supermercado



Había una vez en un pequeño supermercado de un barrio tranquilo, un fantasma que merodeaba entre las estanterías.

Este fantasma no era como los demás, ya que en lugar de asustar a la gente, simplemente quería divertirse y hacer amigos. Una noche, mientras la cajera llamada Marta terminaba de cerrar su turno, escuchó unos ruidos extraños provenientes de los pasillos del supermercado. Al principio se asustó un poco, pero decidió investigar y descubrir qué estaba ocurriendo.

Al adentrarse en el pasillo de las golosinas, Marta vio a un fantasma flotando frente a ella. En lugar de gritar o salir corriendo, Marta decidió mantener la calma y preguntarle al fantasma quién era y qué hacía allí.

"Hola" , dijo Marta con valentía. "Soy Marta, la cajera. ¿Cómo te llamas?"El fantasma se sorprendió al ver que Marta no tenía miedo de él y respondió: "Hola, soy Gaspar, el fantasma del supermercado.

Estoy aquí porque me gusta pasear por los pasillos cuando todos se han ido". Marta sonrió y le ofreció amablemente: "Bueno Gaspar, si te gusta pasear por aquí, podríamos ser amigos. Además, siempre es bueno tener compañía".

Gaspar no podía creer lo que estaba escuchando. Nunca antes había tenido la oportunidad de hacer amigos con alguien del mundo real. Emocionado aceptó la propuesta de Marta y juntos comenzaron a explorar el supermercado durante las noches.

Con el tiempo, Gaspar y Marta se volvieron inseparables. Juntos jugaban a las escondidas entre los estantes, limpiaban juntos el supermercado después del cierre e incluso compartían historias sobre sus vidas pasadas.

Un día, mientras Gaspar contaba una historia sobre cómo solía ser un pirata en tiempos antiguos, escucharon ruidos provenientes del exterior del supermercado. Al acercarse para ver qué sucedía encontraron a unos ladrones intentando robar mercadería.

Marta rápidamente llamó a la policía mientras Gaspar asustaba a los ladrones haciéndoles creer que el supermercado estaba embrujado. Los ladrones salieron corriendo despavoridos sin llevarse nada gracias a la valentía y astucia de Gaspar y Marta.

Desde ese día en adelante, Gaspar fue reconocido como el héroe del supermercado gracias a su valentía y amistad con Marta. Juntos demostraron que la verdadera amistad puede surgir en los lugares más inesperados y que trabajar en equipo siempre trae grandes recompensas.

Y así fue como el fantasma del supermercado y la cajera vivieron felices aventuras juntos para siempre.

FIN.

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