La amistad inesperada de Julieta

Julieta se despertó temprano ese día, como todos los días. Se vistió con su uniforme escolar y desayunó sola en la cocina.

Sabía que iba a ser otro día solitario en el colegio, pero no podía evitar sentirse triste por ello. Mientras caminaba hacia el colegio, Julieta observaba a los demás niños riendo y jugando juntos. Ella deseaba tener amigos con quienes compartir esos momentos divertidos.

Al llegar al colegio, Julieta se sentó sola en su pupitre y comenzó a hacer sus tareas. De repente, escuchó una voz detrás de ella: "Hola, ¿cómo te llamas?". Julieta se giró para ver quién era y encontró a una niña sonriente llamada Jazmín. "Soy Julieta", respondió tímidamente.

Jazmín se presentó y le preguntó si quería jugar con ella durante el recreo. Julieta estaba sorprendida pero emocionada ante la idea de tener una amiga nueva.

Durante el recreo, Jazmín presentó a Julieta a sus otros amigos del colegio y pronto empezaron a jugar juntos. Julieta había encontrado finalmente un grupo de amigos con quienes pasar tiempo. Con el tiempo, las dos niñas se hicieron inseparables.

Pasaban horas hablando sobre sus intereses comunes y compartiendo historias graciosas del colegio. La vida de Julieta cambió completamente gracias a Jazmín. Ya no se sentía sola o triste en el colegio porque tenía amigos con quien pasar tiempo entre risas e historias divertidas.

Un día, mientras estaban jugando juntas en el parque después del colegio, Jazmín le dijo a Julieta: "Sabes, cuando te vi por primera vez en el colegio, supe que serías mi amiga. No pude resistirme a tu sonrisa tímida".

Julieta se sintió muy feliz al escuchar eso y se dio cuenta de que la amistad no siempre llega de la forma en que uno espera. A veces solo necesitamos una sonrisa para hacer amigos.

A partir de ese día, Julieta aprendió a ser más abierta y alegre con los demás niños del colegio. Ya no era tan tímida como antes y había encontrado su lugar en el mundo gracias a Jazmín.

Desde entonces, las dos niñas siguieron jugando juntas y compartiendo momentos inolvidables. Y aunque todavía había días difíciles en los que Julieta extrañaba estar sola, sabía que siempre tendría a Jazmín junto a ella para apoyarla.