La amistad millonaria

Había una vez en el tranquilo pueblo de San Agustín dos hombres millonarios llamados Don Leonardo y Don Esteban. Vivían en lujosas mansiones al lado de humildes individuos que trabajaban en el campo.

Un día, Don Leonardo observó a un niño llamado Mateo jugando con un balón muy gastado. - Don Esteban, ¿has visto a ese niño? No tiene ni siquiera un balón en buenas condiciones para jugar -dijo preocupado. - Tienes razón, amigo.

Debemos hacer algo al respecto, respondió Don Esteban. Los dos millonarios decidieron organizar un evento deportivo en el pueblo y donar juguetes y útiles escolares para los niños. La sorpresa fue enorme cuando vieron a todos los vecinos participar con alegría.

La hermosa señora Marta, una de las vecinas, exclamó emocionada: ¡Jamás pensé que los millonarios se preocuparían por nosotros! Los días pasaron y la relación entre los millonarios y los individuos se fortaleció.

Don Leonardo y Don Esteban aprendieron que la amistad y el apoyo mutuo valen más que cualquier cantidad de dinero. Juntos, lograron construir un parque infantil para el pueblo. Desde entonces, el pueblo de San Agustín se convirtió en un lugar donde la amistad y la solidaridad reinaban.

Los dos millonarios descubrieron que la verdadera riqueza está en compartir y ayudar a los demás.