La amistad que creció en el jardín

En un pequeño jardín de una escuela, dos plantitas siempre estaban peleándose. Una era un girasol llamado Sol, y la otra era una margarita llamada Margarita.

Sol siempre quería estar en el centro del jardín donde todos pudieran verlo, mientras que Margarita siempre se quejaba de que Sol la tapaba con su sombra. "Eres tan egoísta, Sol. Siempre monopolizas el sol y no dejas que los demás crezcan", se quejaba Margarita.

"Pero yo sólo quiero ser el centro de atención. Es mi naturaleza brillar", respondía Sol. Un día, cansadas de pelear, las plantitas fueron visitadas por una simpática lombriz llamada Lila. Ella les explicó que, si trabajaban juntas, podrían crecer mucho más fuertes y hermosas.

Sol y Margarita se miraron, reflexionaron y decidieron darle una oportunidad a la amistad. Empezaron a apoyarse, a hablar sobre cómo querían crecer y a compartir el espacio y la luz del sol de una manera equitativa.

Con el tiempo, Sol se convirtió en un girasol radiante y grande, mientras que Margarita floreció en una hermosa margarita blanca. Los demás en el jardín comentaban lo bonitas que eran y lo bien que se llevaban.

Desde entonces, Sol y Margarita se convirtieron en las mejores amigas del jardín, demostrando que la cooperación y la amistad siempre son la mejor opción.