La amistad que vence los celos



Había una vez en la hermosa ciudad de Buenos Aires, dos amigos muy especiales llamados Gabi y Mario. Gabi era una gatita curiosa y aventurera, mientras que Mario era un perrito cariñoso y juguetón.

Juntos vivían grandes aventuras en el parque cercano a sus casas. Un día, mientras jugaban al escondite entre los árboles, Gabi conoció a un encantador gatito llamado Simón. Simón tenía unos ojos verdes brillantes y un pelaje suave como la seda.

Desde ese momento, Gabi comenzó a sentir algo especial por él. Mario notó cómo los ojitos de Gabi brillaban cuando estaba cerca de Simón y empezó a sentir celos.

No entendía por qué se sentía así, ya que siempre había sido el mejor amigo de Gabi. Pero no podía evitarlo; cada vez que veía a Gabi junto a Simón, sentía una punzada en su corazón. Los días pasaban y los celos de Mario iban aumentando cada vez más.

Intentaba llamar la atención de Gabi haciendo piruetas graciosas e incluso trayendo regalitos para ella, pero parecía que nada funcionaba.

Un día, durante uno de sus juegos en el parque, Mario decidió hablar con su amiga sobre lo que estaba sintiendo. Se acercó tímidamente hacia ella y le dijo: "Gabi, necesito contarte algo importante". Gabi se detuvo y miró fijamente a Mario con curiosidad: "¿Qué pasa, Mario? Pareces preocupado".

Mario tomó aire y continuó: "Me he dado cuenta de que te sientes muy feliz cuando estás con Simón, y eso me hace sentir celoso. Pero quiero que sepas que siempre seré tu mejor amigo, pase lo que pase".

Gabi se acercó a Mario y le dio un suave lametón en la mejilla: "Mario, eres mi mejor amigo desde siempre y para siempre. Nada va a cambiar eso. Simplemente estoy descubriendo nuevos amigos y eso no significa que te quiera menos".

Mario sonrió al escuchar esas palabras reconfortantes de Gabi. Comprendió que los celos eran normales, pero no debían afectar su amistad. Decidió apoyar a Gabi en su nueva relación con Simón y estar allí para ella en todo momento.

Con el tiempo, Mario también hizo nuevos amigos en el parque y se dio cuenta de que tener más amigos no significaba perder a sus mejores amigos.

Así, Gabi aprendió sobre la importancia de tener espacio para conocer nuevas personas sin olvidar a quienes siempre han estado allí para ella. Y Mario aprendió a controlar sus celos y confiar en la amistad verdadera. Desde aquel día, Gabi, Mario y Simón se convirtieron en inseparables compañeros de aventuras.

Juntos exploraban cada rincón del parque mientras reían y jugaban sin preocupaciones. La historia de Gabi y Mario nos enseña sobre la importancia del amor verdadero, la amistad sincera y cómo superar los celos con comprensión y comunicación.

FIN.

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