La amistad verdadera
Malee era una niña muy especial. Siempre tenía una sonrisa en su rostro y un corazón lleno de amor para dar. Pero había algo que la estaba haciendo sentir triste últimamente.
Ella estaba enamorada de su mejor amigo, Tomás, pero él no sentía lo mismo por ella. Malee trató de esconder sus sentimientos y seguir siendo amigos con Tomás, pero cada vez que lo veía con otra chica, su corazón se rompía en pedazos.
Un día, mientras caminaba por el parque pensando en cómo hacerle saber a Tomás sus sentimientos sin arruinar su amistad, Malee encontró a un anciano que parecía estar perdido. "Hola señor ¿necesita ayuda?"- preguntó Malee con una sonrisa.
"Si hija, estoy buscando mi casa pero parece que me he perdido"- respondió el anciano con una voz temblorosa. Sin pensarlo dos veces, Malee tomó al anciano del brazo y comenzó a caminar junto a él para ayudarlo a encontrar su camino.
Mientras caminaban juntos, el anciano le contaba historias sobre su vida y las cosas importantes que había aprendido en ella. "Sé valiente" - dijo el anciano "A veces tienes que tomar riesgos para conseguir lo que quieres".
Las palabras del anciano resonaron en la mente de Malee mientras continuaba ayudándolo a encontrar su hogar. Finalmente llegaron a la casa del anciano y él le dio las gracias antes de desaparecer dentro.
Con nuevas ideas fluyendo en su cabeza gracias al sabio consejo del hombre mayor, Malee decidió ser honesta con Tomás acerca de sus sentimientos. Se reunió con él en el parque y le explicó cómo se sentía, esperando lo peor.
Pero para su sorpresa, Tomás no se alejó de ella como temía. En lugar de eso, le agradeció por ser honesta y la animó a seguir siendo su amiga.
"No puedo corresponderte de la misma manera que tú me corresponde a mí, pero eso no significa que nuestra amistad tenga que cambiar" - dijo Tomás con una sonrisa reconfortante. Malee se sintió aliviada y feliz.
Haber tomado el riesgo valió la pena porque ahora sabía dónde estaba parada con Tomás y podían continuar siendo amigos sin ningún problema. Desde ese día en adelante, Malee aprendió que tomar riesgos es importante si queremos conseguir lo que queremos. También aprendió que la verdadera amistad puede superar cualquier cosa, incluso un corazón roto.
FIN.