La Apuesta Ecológica



Nicolina era una niña muy curiosa y aventurera. Le encantaba explorar el barrio con sus amigas Chela y Lucy, pero había algo que no le gustaba de ellas: les encantaba apostar en juegos clandestinos.

Un día, mientras caminaban por la calle, Chela propuso hacer una apuesta en un juego de cartas. Nicolina se sintió incómoda al escuchar esto y decidió hablar con sus amigas.

"Chicas, ¿no creen que es peligroso jugar a las apuestas? Podemos perder mucho dinero o meternos en problemas". Chela y Lucy se rieron de ella y dijeron que era solo para divertirse. Pero Nicolina sabía que no era así.

Al día siguiente, mientras paseaban por el parque, vieron a unos niños jugando fútbol. Nicolina sugirió un partido entre ellos tres contra los otros niños. Chela y Lucy aceptaron emocionadas. El juego fue muy reñido pero finalmente ganaron los otros niños.

Sin embargo, Nicolina tuvo una idea brillante: propuso hacer otra apuesta pero esta vez con cosas positivas. "¿Qué tal si hacemos una apuesta para ayudar al medio ambiente? Quien recoja más basura del parque gana".

Las chicas aceptaron la propuesta emocionadas y comenzaron a reagarrar toda la basura que encontraban en el parque. Fue una tarea difícil pero trabajando juntas lograron recolectar mucha basura. Finalmente llegó el momento de contar quién había recogido más basura y resultó ser...

¡un empate! Pero eso no importaba porque lo importante era haber colaborado con el cuidado del medio ambiente. Desde ese día, Nicolina, Chela y Lucy se divierten juntas sin necesidad de apostar en juegos peligrosos.

Aprendieron que es mejor divertirse haciendo cosas positivas que pueden ayudar al mundo.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!