La Araña Valiente



Había una vez, en un rincón del jardín de una casa, una pequeña araña llamada Lila. Lila era diferente a las otras arañas de su vecindario: mientras que muchas de ellas se contentaban con tejer sus redes y esperar a que cayeran insectos desprevenidos, Lila soñaba en grande. Ella quería explorar el mundo más allá de su rincón abuelo.

Un día, mientras tejía una preciosa telaraña entre las ramas de un arbusto, se encontró con una mariquita llamada Manuel.

"Hola, pequeña araña, ¿qué haces?" - preguntó Manuel mientras se posaba en la red.

"Tejiendo mi casa, pero también soñando con aventurarme por el jardín. Quiero conocer lo que hay más allá de estas hojas verdes. ¡El mundo debe ser sorprendente!" - respondió Lila emocionada.

Manuel sonrió y dijo:

"El mundo es hermoso, Lila, pero es grande y a veces puede asustar un poco. ¿Estás segura de que quieres salir a explorar?"

"Sí, lo estoy. Siempre he sentido que hay algo grande esperándome. Pero necesito un compañero. ¿Te gustaría venir conmigo?" - preguntó Lila con ojos brillantes.

"¡Claro! Me encantaría. Juntos seremos más valientes" - respondió Manuel.

Y así, los dos nuevos amigos comenzaron su aventura. Se deslizaron por hojas, brincaron sobre piedras y subieron por troncos, admirando cada rincón del jardín. Paseaban por un sendero que conocían muy bien, pero justo al borde de una zona nueva, Lila se detuvo.

"Mirá, Manuel, allá hay algo raro. Parece una cueva oscura. Vamos a investigar." - propuso Lila, intentando contener su propio miedo.

"No estoy seguro, Lila. Puede que sea peligroso." - respondió nervioso Manuel.

"Pero, ¿y si encontramos algo increíble?" - interrumpió Lila, ya decidida a seguir adelante.

Finalmente, Manuel aceptó. Se acercaron a la cueva y, con un poco de miedo, entraron. Aunque era oscura y misteriosa, pronto se dieron cuenta de que no estaban solos. Allí dentro, había un grupo de insectos que también estaban curiosos por conocer el mundo.

"¡Hola!" - dijo un escarabajo rojo. "¿Quiénes son ustedes?"

"Soy Lila y él es Manuel. Venimos a explorar el jardín. ¿Qué hacen ustedes aquí?" - contestó la araña.

"Estamos planeando una gran fiesta de insectos. Queremos celebrar la amistad. ¡Únanse!" - dijo el escarabajo emocionado.

Lila y Manuel se miraron, emocionados, y decidieron participar. Sin embargo, antes de la fiesta, había un pequeño problema: la cueva estaba llena de telarañas viejas y desordenadas. Lila sabía que debía ayudarlos.

"¿Puedo ayudar con algo?" - ofreció Lila.

"Necesitamos que alguien limpie las telarañas para que la fiesta sea perfecta. Pero tenemos miedo de que te atoren, porque son pegajosas" - respondió una langosta.

"No se preocupen, soy una experta tejedora. Haré una red nueva, y limpiaré las viejas." - dijo Lila con confianza.

Y así fue como Lila se puso a trabajar, con la ayuda de Manuel. En poco tiempo, lograron limpiar la cueva y transformarla en el lugar perfecto para la fiesta. Al final, todos los insectos estaban felices y agradecieron a Lila y Manuel por su valentía y esfuerzo.

La fiesta fue un auténtico éxito. Lila se sintió más valiente que nunca, y comprendió que la amistad y la colaboración podían convertir un desafío en una oportunidad maravillosa.

"Esto es lo más increíble que he hecho en mi vida!" - exclamó Lila, saltando de alegría.

Así que, al final del día, mientras regresaban a casa, Lila le dijo a Manuel:

"Nunca imaginé que sería tanto más divertido explorar si tengo a alguien a mi lado. Gracias por acompañarme".

"Gracias a vos, Lila, por ser tan valiente. Ahora sepa que podemos enfrentar cualquier aventura juntos" - respondió Manuel con una sonrisa.

Y desde ese día, no solo siguieron explorando cada rincón del jardín, sino que también aprendieron sobre la importancia de ayudar a los demás y de nunca tener miedo a los desafíos. La pequeña araña, que una vez soñó con el mundo más allá de su hogar, se convirtió en una gran aventurera junto a su amigo inseparable.

Y así, Lila, la araña valiente, y Manuel, la mariquita exploradora, vivieron muchas aventuras más, siempre uniendo sus fuerzas y compartiendo sonrisas en su pequeño mundo lleno de color.

FIN.

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