La armadura de la tortuga
En un mundo futurista, en una ciudad completamente artificial, vivía un niño llamado Miguel. Siempre había soñado con explorar los lugares más recónditos de la ciudad, pero siempre estaba limitado por su movilidad. Miguel había nacido con una condición que no le permitía moverse con libertad. Pero su ingenio y su espíritu curioso eran inquebrantables.
Un día, Miguel conoció a la señora Marta, una científica brillante que vivía en la ciudad. La señora Marta trabajaba en la creación de increíbles armaduras robóticas que permitían a las personas con discapacidades moverse con total libertad. Miguel compartió con la señora Marta su deseo de explorar toda la ciudad, y fue entonces cuando la científica decidió ayudarlo.
La señora Marta diseñó una increíble armadura con forma de tortuga, resistente y ágil. Miguel no podía creerlo cuando se puso la armadura, de repente podía correr, saltar y escalar como nunca antes había podido. Con su nueva armadura, Miguel se convirtió en el explorador más intrépido de la ciudad artificial. Descubrió lugares asombrosos, conoció a personajes increíbles y vivió aventuras inolvidables.
Pero un día, cuando Miguel se adentró en los túneles misteriosos de la ciudad, se encontró con un problema inesperado. La armadura de tortuga comenzó a fallar, y Miguel quedó atrapado en la oscuridad. Sin embargo, su ingenio y valentía no lo abandonaron. Con su astucia, logró reparar la armadura y salir sano y salvo.
Desde ese día, Miguel entendió que, aunque la armadura le daba habilidades especiales, lo más importante era la valentía y el ingenio que llevaba en su interior. Con su ejemplo, inspiró a otros niños de la ciudad a nunca rendirse ante los desafíos. Y así, Miguel se convirtió en un verdadero héroe de la ciudad artificial.
FIN.