La astronauta de Villa Esperanza



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una niña llamada Celena. Desde muy pequeña, Celena soñaba con ser astronauta y explorar el espacio.

Todos los días miraba las estrellas desde su ventana y se imaginaba viajando por la galaxia. Un día, en la escuela, la maestra les pidió a todos los niños que escribieran sobre lo que querían ser cuando fueran grandes.

Celena no dudó ni un segundo y escribió: "Cuando sea grande quiero ser astronauta y descubrir nuevos planetas". La maestra leyó su respuesta en voz alta y todos los compañeros de clase se rieron de ella.

Celena se sintió triste al principio, pero luego recordó algo que su abuelo le había dicho una vez: "No importa lo que digan los demás, lo importante es creer en ti misma y trabajar duro para alcanzar tus sueños".

Con estas palabras en mente, Celena decidió no rendirse y seguir adelante con su sueño de ser astronauta. Los años pasaron y Celena se esforzó mucho en la escuela. Siempre sacaba buenas notas y nunca dejaba de aprender cosas nuevas sobre el espacio.

Un día, mientras investigaba en internet sobre cómo convertirse en astronauta, descubrió que debía estudiar ciencias espaciales en la universidad. Con determinación, Celena se graduó del colegio con honores y logró una beca para estudiar ciencias espaciales en la universidad más prestigiosa del país.

Durante sus años de estudio, trabajó arduamente y participó en programas de entrenamiento para futuros astronautas. Finalmente, llegó el día en que la agencia espacial nacional anunció que estaban buscando nuevos astronautas para una misión especial a Marte.

Celena no podía creerlo: ¡su sueño estaba a punto de hacerse realidad! Después de pasar por rigurosos exámenes médicos y pruebas físicas, Celena fue seleccionada como parte del equipo de astronautas que viajaría a Marte.

El día del lanzamiento llegó y todo el pueblo de Villa Esperanza se reunió para despedirla con lágrimas de emoción. "¡Buena suerte Celena! ¡Estamos orgullosos de ti!", gritaban sus padres entre aplausos mientras el cohete despegaba hacia lo desconocido.

Durante su misión a Marte, Celena pudo cumplir su sueño de explorar nuevos mundos y hacer descubrimientos increíbles. A su regreso a la Tierra, se convirtió en un ejemplo para todos los niños del mundo que soñaban con alcanzar las estrellas.

Y así fue como Celena demostró que con esfuerzo, dedicación y confianza en uno mismo, ¡todos los sueños pueden hacerse realidad!

FIN.

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