La astucia de Caperucita



Caperucita Roja era una niña muy alegre y curiosa que vivía en un pequeño pueblo rodeado de bosques.

Un día, su mamá le pidió que llevara una canasta con comida a su abuelita, quien vivía al otro lado del bosque. "Caperucita, por favor ten cuidado en el bosque y no hables con extraños", advirtió la mamá de Caperucita. "No te preocupes mamá, estaré bien. ¡Nos vemos luego!", respondió Caperucita mientras salía de casa con su canasta.

Mientras caminaba por el bosque, Caperucita canturreaba alegremente. De repente, se encontró con un lobo que se le acercó amablemente. "¡Hola Caperucita! ¿A dónde vas tan contenta?", preguntó el lobo con voz melosa.

Caperucita recordó las palabras de su mamá sobre no hablar con extraños, pero el lobo parecía tan simpático que decidió responderle. "Voy a llevar esta comida a mi abuelita que está enferma. ¿Quieres venir conmigo?", dijo Caperucita ingenuamente.

El lobo sonrió maliciosamente y pensó en llegar primero a la casa de la abuelita para comérsela. Rápidamente engañó a Caperucita diciendo que él conocía un camino más corto y seguro para llegar hasta allí.

"¡Qué buena idea! Vamos juntos por ese camino", propuso el astuto lobo. Mientras tanto, la abuelita esperaba ansiosa la llegada de su nieta. Al escuchar unos pasos pesados acercándose a la casa, pensó que era Caperucita y se preparó para recibirla.

Pero grande fue su sorpresa al ver al lobo entrar en lugar de su nieta. "¡Oh no! ¡Un lobo en mi casa!", exclamó asustada la abuelita mientras trataba de protegerse como podía.

El lobo intentaba acercarse cada vez más a la abuelita cuando escucharon unos golpes en la puerta. Era Caperucita Roja, quien había decidido seguir el camino original después de desconfiar del comportamiento del lobo.

Al ver lo que ocurría dentro de la casa, rápidamente ideó un plan para salvar a su abuelita y ella misma. Con mucha astucia, Caperucita convenció al lobo para jugar a las escondidas afuera de la casa mientras esperaban a que llegara alguien más para unirse al juego.

El lobo aceptó emocionado por tener otra presa potencial y comenzaron a jugar entre los árboles del jardín. Mientras tanto, un cazador pasaba cerca y escuchaba las risas provenientes del jardín de la abuelita.

Se acercó sigilosamente y vio al lobo persiguiendo a las dos mujeres mayores entre los árboles sin darse cuenta de su presencia. Con valentía y destreza, el cazador logró atrapar al malvado lobo antes de que pudiera hacerles daño a Caperucitay su abuela.

Las tres celebraron felices haberse salvado gracias al ingenio y valentía de Capuricota RojaDesde ese día en adelante, Capricuta aprendió una gran lección sobre ser precavida confiar solo en personas conocidas. Y así vivieron felices disfrutando cada día juntas compartiendo momentos inolvidables llenos alegrías.

FIN.

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