La Aventura Acuática
Había una vez en la tribu Neón, tres niños muy aventureros llamados Lucio, Tomás y Messi. Siempre estaban buscando nuevas emociones y retos que los hicieran sentir vivos.
Un día, mientras caminaban por el río Lakes, escucharon sobre un pez volador que habitaba en esas aguas cristalinas. Emocionados por la idea de encontrar al mítico pez volador, los niños le preguntaron a Dibu, el sabio de la tribu, cómo podrían hacerlo.
Pero Dibu les advirtió que el río era peligroso y que no debían acercarse demasiado. Los chicos no lo escucharon y se lanzaron al agua sin pensarlo dos veces. Dibu intentó detenerlos pero ya era tarde: los niños se habían convertido en peces.
La tribu se preocupó mucho cuando descubrieron lo sucedido y decidieron nunca más pescar en ese lugar.
Días después de aquel incidente, Dibu comenzó a notar algo extraño durante sus paseos nocturnos cerca del río Lakes: tres peces nadaban juntos todas las tardes cerca de donde Lucio, Tomás y Messi se habían sumergido. A medida que pasaba el tiempo, Dibu comenzó a sospechar que esos peces eran los mismos niños transformados.
Un día decidió hablar con ellos:"Hola amigos ¿cómo están?"Los peces levantaron sus cabezas hacia él sorprendidos pero no dijeron nada. "No tengan miedo", continuó Dibu. "Sé quiénes son ustedes realmente". Los peces comenzaron a mover sus colas, como si entendieran lo que Dibu decía.
"¿Cómo podemos ayudarlos a volver a ser humanos?", preguntó Dibu. Los peces trataron de responder pero sólo pudieron emitir unos sonidos extraños.
Dibu se dio cuenta de que necesitaban su ayuda para recuperar sus formas humanas y decidió buscar una solución. Días después, durante una celebración en la tribu, Dibu presentó un plan para ayudar a los niños-pescados.
Con la ayuda de todos los miembros de la tribu, construirían una gran red para atrapar al pez volador y ofrecerlo como ofrenda a los dioses del río, pidiendo su perdón y su ayuda. La tribu trabajó duro para construir la red más grande que habían hecho jamás y se adentraron en el río Lakes con ella.
Después de varias horas esperando pacientemente, finalmente atraparon al mítico pez volador. La tribu llevó el pez ante los dioses del río y les pidió perdón por haber perturbado su hogar.
Al día siguiente, cuando Lucio, Tomás y Messi nadaban juntos en el río Lakes como siempre lo hacían, sintieron algo extraño: sus cuerpos comenzaron a estremecerse y poco a poco recuperaron sus formas humanas.
Los niños no podían creer lo que había pasado pero estaban felices de volver a ser quienes eran antes. Desde ese día en adelante, Lucio, Tomás y Messi aprendieron una lección muy valiosa sobre escuchar las advertencias de otros e ir con cuidado al explorar lugares desconocidos.
También aprendieron sobre el poder del trabajo en equipo y la importancia de pedir perdón cuando se ha cometido un error.
La tribu Neón nunca volvió a pescar en el río Lakes, pero todos los miembros aprendieron una lección sobre el respeto por la naturaleza y la necesidad de cuidar nuestro entorno para evitar consecuencias imprevisibles.
FIN.