La Aventura de April, Victoria y Víctor en el Zoológico



Había una vez una princesa hermosa llamada April, que un día se despertó con un anhelo en su corazón. "Quiero visitar el zoológico y conocer a todos los animales fantásticos que he escuchado en las historias"-, dijo con entusiasmo. Su hermana, Victoria, que era tan hermosa y divertida como ella, sonrió y respondió: "¡Eso suena increíble, April! Vamos juntas. Pero debemos ser cuidadosas y ayudar a los animales a estar cómodos en su hogar"-.

Mientras caminaban hacia el zoológico, se encontraron con el príncipe Víctor, un joven amable y aventurero. "Hola, chicas. ¿A dónde van tan alegres?"-, preguntó con curiosidad. April, emocionada, le contó sobre su plan: "Vamos al zoológico. ¿Te gustaría unirte a nosotras?"-

Víctor sonrió ancha y dijo: "¡Por supuesto! Me encantaría ver a todos esos animales contigo"-. Así que los tres amigos emprendieron camino hacia el zoológico, riendo y contando historias en el trayecto.

Cuando llegaron, comenzaron a explorar y se maravillaron con los animales. "¡Miren esas jirafas, son tan altas!"-, exclamó Victoria, mientras apuntaba hacia ellas. "Y esos leones, lucen tan majestuosos"-, añadió Víctor, mientras hacía un gesto con la mano.

Después de un rato, se encontraron con un área donde había una tortuga gigante que parecía triste. "Pobrecita, ¿por qué estará así?"-, preguntó April con preocupación. Victoria se acercó y leyó un cartel que decía: "Esta tortuga necesita espacio para caminar y jugar".

"¡Ya sé! ¡Podemos ayudar!"-, dijo Víctor con emoción. "¿Y si le hacemos un pequeño espacio para que pueda moverse un poco más?"-.

Los tres se pusieron en acción, recogiendo hojas y ramas para crear un pequeño recinto donde la tortuga pudiera moverse y jugar. "¡Miren cómo sonríe!"-, dijo Victoria, mientras observaban a la tortuga andar felizmente.

De pronto, un cuidador se acercó. "Hola, pequeños amigos. Están haciendo un trabajo maravilloso. Gracias por ayudar a nuestra tortuga"-.

"Queremos que todos los animales sean felices"-, respondió April con una gran sonrisa. "Les damos amor y espacio porque también son seres vivos"-.

El cuidador les explicó que muchas veces, las personas olvidan que los animales también tienen sentimientos y necesidades, y que su bienestar es muy importante. "Ustedes son un gran ejemplo de cuidado y amor hacia los animales"-, les dijo mientras los guiaba hacia el área de educación del zoológico.

A medida que aprendían, el príncipe Víctor tenía otra idea. "Podríamos organizar un club en el castillo para ayudar a los animales y aprender más sobre ellos"-, sugirió. "Podemos tener charlas con expertos y aprender a cuidar mejor a nuestros amigos animals y emplumados"-.

April y Victoria aclamaron la idea. "¡Sí!"-, gritaron al unísono, llenas de emoción. "Esto sería increíble. Podremos ayudar, aprender y compartir con otros"-.

Una vez terminado su recorrido por el zoológico, los tres amigos regresaron a casa hablando sobre la primera reunión del club que iban a organizar. "¡Vamos a hacer carteles y todo!"-, exclamó Victoria.

"Y no olviden que siempre debemos cuidar de los animales, en vez de solo mirarlos desde lejos"-, añadió April, ya llena de ideas.

El día terminó y los corazones de April, Victoria y Víctor estaban llenos de alegría por la maravillosa aventura que habían compartido. Juntos decidieron que su amor por los animales y el deseo de protegerlos siempre sería una parte importante de sus vidas. Y así, comenzaron una nueva aventura en su reino, con corazones llenos de amor y una misión clara: cuidar y proteger a todos los animales del mundo.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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