La aventura de Artai
Había una vez en la mágica tierra de Galicia, un valiente niño llamado Artai. Él era el primer hijo, sobrino y nieto de su familia, por lo que llevaba con orgullo ese nombre tan especial.
Artai siempre había sentido una gran conexión con sus raíces celtas y estaba fascinado por la historia de su tierra. Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa, encontró un antiguo mapa que parecía guiarlo hacia algo emocionante.
Intrigado y lleno de curiosidad, Artai decidió seguir las indicaciones del mapa. Caminó durante horas hasta llegar a un lugar donde nunca antes había estado: una colina alta desde donde se podía ver todo el paisaje gallego.
Al llegar a la cima de la colina, Artai quedó asombrado al descubrir las ruinas de una antigua ciudad.
Se dio cuenta de que estaba parado en el mismo lugar donde su antepasado celta Breogan había fundado la ciudad de Breogan, conocida hoy como La Coruña. Emocionado por esta revelación histórica, Artai decidió reconstruir la ciudad en honor a sus ancestros.
Convocó a todos los niños del pueblo para ayudarlo en esta gran tarea y juntos comenzaron a construir casitas pequeñas utilizando palitos y hojas secas. "Dos casitas más y tendremos nuestra propia ciudad", exclamaba Artai emocionado. Los niños trabajaron duro durante semanas hasta que finalmente terminaron las casitas y las colocaron cuidadosamente en el suelo.
Pero justo cuando estaban celebrando su logro, una fuerte ráfaga de viento sopló y derribó todas las casitas. Los niños se sintieron desanimados, pero Artai no se rindió. Tenía una idea brillante en mente.
Reunió a todos los niños nuevamente y les dijo: "Vamos a construir nuestra ciudad de nuevo, pero esta vez usaremos palitos más fuertes y piedras para asegurarnos de que resista cualquier viento". Los niños siguieron las instrucciones de Artai y trabajaron con entusiasmo para reconstruir la ciudad.
Esta vez, utilizaron materiales más resistentes y cuidaron cada detalle. Cuando terminaron, la nueva ciudad parecía un pequeño tesoro en medio del bosque. Era hermosa y resistente. Artai estaba orgulloso de lo que habían logrado juntos.
Desde ese día, la ciudad de Breogan creció y se convirtió en un lugar próspero donde todos vivían felices. Artai siempre recordaba aquella experiencia como un recordatorio de que nunca debemos rendirnos ante los obstáculos y siempre debemos luchar por nuestros sueños.
Y así, el nombre de Artai quedó grabado en la historia como el niño valiente que reconstruyó una antigua ciudad celta con su determinación y trabajo duro.
Desde entonces, cada generación de la familia llevaba el nombre de Artai como una muestra de honor hacia aquel primer poblador celta de Galicia.
Y así concluye esta maravillosa historia infantil inspiradora sobre cómo un niño llamado Artai encontró su propósito al descubrir sus raíces celtas y reconstruir la antigua ciudad de Breogan junto a sus amigos.
FIN.