La aventura de Coco, Nene y Ema

Coco, Nene y Ema eran tres amigos traviesos que vivían en un pequeño pueblo en la Patagonia. Cada noche, cuando el sol se escondía tras las montañas, sus mamás les decían:

- Chicos, es hora de ir a dormir. Mañana será otro día lleno de aventuras.

Pero los tres amigos no querían irse a la cama temprano. Querían seguir jugando, explorando y divirtiéndose. Así que, decidieron hacer un pacto secreto y esperar a que sus mamás se durmieran para poder escaparse.

- ¿Qué les parece si nos escapamos al bosque mágico esta noche? - propuso Coco con entusiasmo. - Seguro que encontramos criaturas fantásticas y vivimos una aventura inolvidable.

- ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! - gritaron emocionados Nene y Ema.

Cuando la noche cayó y todo quedó en silencio, los tres amigos se escaparon en puntas de pie de sus casas y se adentraron en el bosque. No tardaron en descubrir un camino iluminado por luciérnagas, y así, siguieron el camino hasta llegar a un claro en el bosque donde se encontraron con una sorpresa: un grupo de duendes jugaba alrededor de una fogata.

- ¡Miren eso! Son duendes de verdad - susurró emocionado Nene.

Los duendes, al escuchar las voces de los tres amigos, los invitaron a unirse a su baile alrededor del fuego. La música de los duendes era tan alegre y contagiosa que Coco, Nene y Ema no pudieron resistirse y se unieron a la fiesta. Bailaron y rieron hasta que el sol comenzó a asomar en el horizonte.

- Chicos, creo que es hora de regresar a casa - dijo Ema con una mezcla de alegría y tristeza.

Los tres amigos se despidieron de los duendes y emprendieron el camino de regreso a sus casas. Con el primer rayo de sol, llegaron a sus hogares y se colaron en sus camas justo a tiempo para que sus mamás los encontraran durmiendo. Al despertar, Coco, Nene y Ema recordaron con asombro la increíble aventura que habían vivido, y decidieron que, aunque escaparse sea emocionante, no hay nada como descansar bien para estar listos para nuevas aventuras. Desde ese día, aprendieron a valorar la importancia de dormir temprano para tener energía y aprovechar al máximo cada día.