La Aventura de Damian e Isabella
Era un día soleado en la ciudad, y Damian estaba muy emocionado porque iba a pasar la tarde con su querida prima Isabella. Ella vivía cerca, y siempre que se juntaban había diversión y risas. Damian tenía un perro llamado Max, que era su mejor amigo, y Isabella tenía un gato llamado Toby y un pájaro llamado Lucho.
Cuando Isabella llegó a casa de Damian, su perro Max salió corriendo al encuentro de su prima.
"¡Hola Isabella! ¡Mirá, Max está muy contento de verte!" - dijo Damian sonriendo mientras acariciaba a su perro.
"¡Hola Damian! ¡Qué lindo está Max!" - exclamó Isabella mientras se agachaba para jugar con el perro.
Después de un rato de juegos y risas, Isabella preguntó:
"¿Podemos llevar a Max al parque? Yo quiero que juegue con Toby, aunque creo que él no va a querer salir de casa."
"Claro, sería muy divertido. Pero, ¿qué pasará con Lucho?" - respondió Damian.
"Lucho se quedará en casa. No le gusta salir mucho, pero siempre canta cuando le hablo" - explicó Isabella.
Así que decidieron llevar a Max al parque. Mientras caminaban, se encontraron con su amigo Eric, quien venía con dos pelotas en la mano.
"¡Hola chicos! ¿A dónde van con el perro?" - preguntó Eric.
"Vamos al parque a jugar con Max. ¿Querés venir?" - respondió Damian, pero en su interior no estaba seguro de querer que Eric se uniera, porque había algo que no le gustaba de él alrededor de Isabella.
"Sí, claro. Voy con ustedes" - dijo Eric alegremente.
A medida que se acercaban al parque, Damian notó un interesante juego de escondidas entre un grupo de niños. Anotó mentalmente que sería divertido jugarlo también. Sin embargo, una parte de él quería que la tarde fuera solo para él y su prima.
"Eric, podrías jugar con Max por un rato mientras Isabella y yo armamos algo divertido, ¿no?" - propuso Damian tratando de que Eric no se interponga.
"Claro, no hay problema! Yo estoy bien jugando solo" - Eric respondió con una sonrisa.
Así que Isabella y Damian se fueron a una esquina del parque donde había un gran árbol. Isabella miró a su primo y le preguntó:
"¿Qué vamos a hacer ahora?"
"Podríamos construir una cabaña con las ramas que encontramos aquí. Max podría ayudarnos" - respondió Damian entusiasmado.
Llenos de emoción, comenzaron a recolectar ramas del suelo y a armar su cabaña. Max corría alrededor, ladrando de alegría. Después de un rato, Eric se acercó.
"¿Qué están haciendo?" - preguntó, curioso.
"Estamos construyendo una cabaña, ¿te gustaría ayudar?" - respondió Isabella.
Eric miró con desdén.
"Nah, ya es un juego de chicos. Prefiero jugar a la pelota."
Isabella frunció el ceño, decepcionada. Ella disfrutaba de pasar tiempo con Damian, pero Eric no parecía estar interesado. Así que decidieron continuar con su proyecto, dedicándose a decorar la cabaña con hojas y flores incluso.
Cuando finalmente terminaron, se sentaron dentro de la cabaña improvisada, felices por lo que habían logrado.
"¡Mirá lo que hicimos! ¡Es hermosa!" - dijo Isabella, sonriendo.
"Sí, gracias a Max y a tu ayuda. Me encanta pasar tiempo contigo" - confesó Damian.
En ese momento, Eric se acercó con una pelota en la mano y preguntó:
"¿Pueden jugar ahora?"
"Claro, vení!" - invitó Isabella con entusiasmo.
Y así, para sorpresa de Damian, todos comenzaron a jugar juntos. Max corría tras la pelota mientras Isabella y Eric reían y competían. Con cada risa, Damian se dio cuenta de que en ocasiones, un poco de compañeras no estaba tan mal.
Al final del día, sientes que todo estaba más que bien. Jugar en grupo había traído nuevas experiencias, donde todos aprendieron algo importante. No siempre hay que tener celos, a veces, al compartir se generan momentos maravillosos.
"¡Gracias por un día tan genial!" - dijo Isabella.
"Sí, eso fue increíble. Podemos hacerlo otra vez" - agregó Damian, sonriendo a su prima.
Mientras regresaban a casa, Damian pensaba en lo importante que era disfrutar cada momento, sin importar cuántas personas estuvieran. La amistad, la familia y el amor por los animales los había unido aún más. Para ellos, el parque había sido un lugar donde no solo jugaron, sino que también aprendieron a abrirse a nuevas amistades, y eso era una gran aventura en sí mismo.
FIN.